Mueren seis personas y otras veintitrés resultan heridas en ataques en Irak

En Diyala, al menos tres personas de la misma familia fallecieron cuando un grupo de hombres armados atacaron una vivienda en la localidad de Rabia, a 60 kilómetros al norte de Baquba, capital de la provincia.

Además, un policía perdió la vida y otros siete sufrieron heridas por el estallido de un coche bomba conducido por un suicida que lo empotró contra una comisaría de Ramadi, capital de Al Anbar, a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad.

Asimismo, un funcionario del Ministerio de Industria fue asesinado a tiros por un grupo armado cuando se trasladaba en su coche por una avenida del barrio Al Harezia, en el oeste de la capital iraquí.

En un ataque similar, un juez, identificado como Yabar Yomaa, resultó herido grave en el distrito de Al Kazemiya, en el norte de Bagdad.

Se trata del cuarto intento de asesinato contra un juez iraquí en las últimas 24 horas en Bagdad y la provincia de Diyala, al noreste de la capital, recordó la fuente.

Por otro lado, al menos diez personas sufrieron heridas por el estallido consecutivo de dos artefactos cerca de una patrulla policial en la zona de Al Kasra, en el norte de Bagdad.

También, dos civiles resultaron heridos por el impacto de un proyectil "katiusha" contra varias viviendas al desviarse tras ser lanzado contra la fortificada Zona Verde de la capital, mientras que otra persona fue herida por la detonación de una bomba lapa en su coche en el sureste de la ciudad.

Asimismo, fuerzas estadounidenses e iraquíes practicaron una redada en el pueblo de Al Nada, a 50 kilómetros en el este de Baquba, que se saldó con un muerte de una personas y heridas a otra, reveló la fuente, sin dar más detalles.

En Baquba, a 60 kilómetros al noreste de Bagdad, un miembro de los Consejos de Salvación -milicias tribales suníes progubernamentales- resultó herido de gravedad por el estallido de una bomba lapa en su coche en el norte de Baquba.

Estos ataques ocurren un día después de que 48 reclutas del Ejército iraquí murieran en un atentado contra un centro de alistamiento en Bagdad, en uno de los ataques más sangrientos de este año, dos semanas antes de que EEUU complete la retirada de sus tropas de combate.