Netanyahu atribuye el ataque de la sinagoga a las "difamaciones sangrientas" de los palestinos

En rueda de prensa, Netanyahu ha advertido de que tanto Hamás como Al Fatá están diciendo "mentiras" como que Israel "quiere destruir lugares sagrados" de la Explanada de las Mezquitas. Para Netanyahu, ésta y otras acusaciones son "difamaciones sangrantes" que alimentan un sentimiento de odio contra los judíos.

Netanyahu también ha incluido dentro de estas falsedades las informaciones sobre el supuesto asesinato de un conductor de autobús palestino que apareció ahorcado. En este sentido, ha subrayado que la autopsia ha demostrado que el chófer se suicidó.

Como resultado de estas "mentiras", ha añadido, están aumentando los ataques contra israelíes en las últimas semanas. "Ya han costado la vida de la bebé de tres meses Chaya Zissel", ha dicho, en referencia a la niña que murió en un atropello intencionado en Jerusalén, según medios locales.

"CRUELDAD"

Dos palestinos armados con cuchillos y hachas han irrumpido este martes en una sinagoga de Jerusalén y han matado a cuatro rabinos. Los supuestos atacantes han muerto posteriormente tiroteados por la Policía.

Netanyahu ha dicho estar impactado "no sólo por la crueldad de la masacre", sino también por los "gritos de felicidad" escuchados en Gaza y Belén, donde han llegado a "repartirse gominolas" como gesto de celebración.

"El mundo ve la masacre, pero no pide a los palestinos que cesen en su salvaje incitación, que es la raíz del conflicto", ha lamentado el primer ministro, que durante la jornada ha mantenido encuentros con su equipo de seguridad para decidir posibles respuestas.

En el último mes, cinco israelíes --sin contar a los fallecidos de este martes-- y un extranjero han muerto víctimas de ataques de palestinos. En respuesta, las fuerzas de seguridad israelíes han matado a una decena de palestinos, incluidos los supuestos autores de esos ataques.