La ONU está dispuesta a sancionar a los responsables de las violaciones en el Congo

En una declaración leída por su presente de turno, el embajador turco Ertugrul Apakan, los 15 miembros del órgano reiteraron su condena "a las violaciones en masa" cometidas entre finales de julio y principios de agosto en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur.

"El Consejo de Seguridad expresa su disposición a adoptar contra los responsables todas las medidas que correspondan, incluidas medidas selectivas", aseguró Apakan.

Asimismo, el Consejo recalcó que la responsabilidad principal de garantizar la seguridad de sus ciudadanos recae en el Gobierno congolés, por lo que le pidió de nuevo que haga todos los esfuerzos necesarios para poner a los autores de las violaciones a disposición de la justicia.

También acogió con beneplácito las medidas propuestas por la misión de estabilización de la ONU en la RDC (MONUSCO) para intensificar sus esfuerzos de protección de los civiles, así como los mecanismos de comunicación con la población para impedir las agresiones de los grupos armados.

El organismo mundial reconoció el pasado 7 de septiembre que falló en el cumplimiento de su mandato, después de que guerrilleros congoleños mai-mai y de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) atacaran con impunidad 14 aldeas en una zona de Kivu Norte.

Los rebeldes violaron en el transcurso de cuatro días a 242 personas, entre ellas decenas de menores de edad, sin que una base de los "cascos azules" a unos 30 kilómetros de distancia se percatara de la brutal agresión.

Posteriormente salieron a la luz episodios similares de violaciones en masa en otras localidades de Kivu Norte, así como en la vecina Kivu Sur, aunque alejadas de las bases de la MONUSCO, que elevaron a 500 personas la cifra de víctimas en julio y agosto.

Según la ONU, unas 15.000 mujeres son víctimas de violaciones cada año en las provincias orientales congoleñas, en las que hay todavía una fuerte presencia de grupos armados que emplean las agresiones sexuales como un arma de terror.

La polémica generada por estas situaciones ha aumentado las dudas acerca de las demandas del Gobierno de la RDC de reducir la presencia de las tropas de la ONU en el país.

El Consejo de Seguridad de la ONU ya autorizó el pasado mayo retirar 2.000 militares, con lo que la MONUSCO contará con un máximo de 19.815 soldados, 760 observadores y 1.500 agentes de Policía, que están autorizados para permanecer en el país hasta el 30 de junio de 2011.

Las autoridades de Kinshasa creen innecesaria la amplia presencia de tropas extranjeras de Naciones Unidas -que llegaron a sumar cerca de 22.000 efectivos- ya que consideran que la mayor parte del país ha recuperado la paz tras los conflictos que se prolongaron de 1996 a 2002.