La OSCE expresa su preocupación por el incremento de la violencia en el este de Ucrania
EUROPA PRESS
05/11/201515:19 h."Estoy preocupado por el incremento de la violencia durante los últimos días en el este de Ucrania, particularmente en la región de Donetsk, y la amenaza que esto supone para el alto el fuego, generalmente respetado, y el proceso de retirada de armas y el avance para una solución política", ha dicho.
"No puede haber más contratiempos o retrasos en el acuerdo político y pacífico que toda la gente del territorio ucraniano quiere y merece. Pido a las partes, y en particular a las entidades separatistas ilegales, que eviten la violencia y demuestren compromiso total con la aplicación de los Acuerdos de Minsk", ha agregado.
Por último, Kanerva ha resaltado que un avión no tripulado de la misión de observación de la OSCE sufrió interferencias "tras localizar tanques en un territorio controlado por los separatistas", así como restricciones en las capacidades de observación de la misión.
El Gobierno ucraniano advirtió el miércoles de que detendrá la retirada de armas ligeras en el frente contra los separatistas prorrusos si estos continúan violando el alto el fuego.
"A diferencia de anteriores provocaciones, los ataques han adquirido mayor intensidad y cinco soldados han resultado heridos", señaló el secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Oleksander Turchinov. "En caso de que este tipo de acciones aumenten, el armamento (ucraniano) volverá a su anterior localización", añadió.
El líder rebelde Alexander Zajarchenko también ha culpado a las fuerzas gubernamentales de romper un alto el fuego que "solo existe en el papel". "Casi todos los días hay provocaciones de las fuerzas ucranianas", ha señalado Zajarchenko según declaraciones de la agencia separatista DAN.
Las fuerzas gubernamentales y los separatistas de las regiones de Donetsk y Lugansk acordaron el mes pasado la retirada de armas del frente, un hecho que los rebeldes prorrusos calificaron como un paso hacia el "final de la guerra". Desde abril de 2014, mes en que empezó el conflicto, más de 8.000 personas han muerto.