La OTAN dará luz verde este viernes a mantener su misión en Afganistán en 2017

"Se espera un compromiso de mantener la misión Apoyo Decidido más allá de 2016", han confirmado otras fuentes, que han precisado que todavía no se podrá precisar el nivel de tropas que se mantendrán y que la decisión final se tomará en la cumbre de la OTAN de julio en Varsovia en todo caso.

"La OTAN continuará apoyando a los afganos para consolidar sus capacidades, a entrenarles y asesorarles", ha avanzado el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, en declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión de dos días de los aliados.

La OTAN decidió el año pasado retrasar el repliegue, inicialmente previsto a finales de año, ante el empeoramiento de la situación de la seguridad sobre el terreno. El comandante de la misión de la OTAN, el general estadounidense John "Mick" Nicholson, trasladará sus recomendaciones sobre el nivel de fuerzas necesarias a finales de mayo al presidente estadounidense, Barack Obama.

No obstante, la Administración estadounidense prevé que a principios de 2017 todavía mantenga un contingente de 5.500 soldados en Afganistán, por lo que se mantendrá como el primer contribuyente, también en términos financieros.

Estados Unidos cuenta hoy con 6.950 efectivos del total de 12.800 con los que cuenta la misión de la OTAN Apoyo Decidido, que se desplegó después de que concluyera la misión de combate de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad afgana (ISAF) bajo mando aliado a finales de 2014. España mantiene menos de una decena de militares en la actualidad en Afganistán, según los últimos datos disponibles de la OTAN.

La situación en Afganistán "no es boyante" y "no da margen para ser optimistas", han explicado fuentes diplomáticas, que han recordado además que las negociaciones de paz con la insurgencia todavía no han producido "resultados destacados".

Stoltenberg ha respaldado "todos los esfuerzos para encontrar una solución política negociada el conflicto en Afganistán", preguntado por el acuerdo entre el Gobierno afgano y el grupo insurgente Hezb-e-Islami del antiguo muyahidín Gulbuddin Hekmatyar y si ello no supone un retroceso para los Derechos Humanos a la luz de su historial.

"A largo plazo no hay otra solución", ha avisado el secretario general aliado, que ha recordado la disposición del Gobierno de negociar "con aquellos que renuncian a la violencia, cortan sus vínculos con las organizaciones terroristas y respetan la Constitución afgana, incluidos los Derechos Humanos y los derechos de las mujeres y los menores". Por último, ha subrayado la importancia de que el proceso de paz y reconciliación la dirijan los afganos.