Obama dice que mantendrá su apoyo al nuevo Gobierno mexicano para luchar contra el crimen organizado

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha aseverado que mantendrá la cooperación con el nuevo Gobierno de México para luchar contra el crimen organizado, especialmente contra los cárteles, al reconocer que se trata de un problema común, aunque ha instado a las autoridades mexicanas a mejorar sus estructuras.

En una entrevista concedida a la cadena hispana Univisión, Obama ha reiterado su voluntad de trabajar con el próximo presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, que tomará posesión del cargo el 1 de diciembre, en la misma línea de la cooperación bilateral del último sexenio para combatir el crimen organizado.

"Queremos ayudarles", ha dicho. "Cometeríamos un error si dijéramos que es solo un problema de México, porque obviamente generamos mucha demanda de droga y las armas y el dinero fluyen al sur de la misma forma que las drogas fluyen al norte", ha argumentado.

Si bien, ha insistido en el concepto de cooperación. "La acción tiene que venir por parte de ambos lados. Nosotros estamos dispuestos a ayudar, pero (México) es una nación soberana y, por tanto, tenemos que ser socios en este proceso", ha sostenido, en declaraciones recogidas por el diario 'Milenio'.

Así, el mandatario estadounidense ha puesto condiciones para esa ayuda. En concreto, se ha referido al problema del narcotráfico. "(Las autoridades mexicanas) van a tener que tomar medidas adicionales para seguir aumentando la presión sobre los cárteles", ha advertido.

En este sentido, ha considerado que el país iberoamericano necesita fortalecer sus fuerzas de seguridad --policías y militares-- y su cuerpo judicial, dado que "en algunas ciudades las autoridades ya han sido rebasadas o corrompidas por la fuerza de los cárteles".

"El fortalecimiento tiene que ir más allá de las fuerzas de seguridad, también es necesario fortalecer la justicia para que cuando los jefes de las organizaciones criminales sean detenidos puedan seguir en prisión", ha explicado.

Interrogado por la política de seguridad del presidente saliente de México, Felipe Calderón, el inquilino de la Casa Blanca ha considerado que ha llevado a cabo una labor "extraordinaria", ya que "ha conseguido hacerse con el control en territorios que estaban aterrorizados por los cárteles".

"Por eso elogio al presidente Calderón, por su coraje para hacer frente a los cárteles", ha explicado, al tiempo que ha destacado que "durante los últimos años hemos tenido que trabajar muy de cerca y en cooperación para responder a este problema".

La política de seguridad de Calderón ha sido muy criticada por amplios sectores de la sociedad mexicana y de la comunidad internacional, porque desde que llegó a la Presidencia, en 2006, más de 56.000 personas han muerto en el país iberoamericano de forma violenta.

El gran número de víctimas se atribuye a la llamada guerra contra el crimen organizado, con la que Calderón ha desplegado a cientos de miles de policías y militares en las calles de todo el país, dando lugar a enfrentamientos con las organizaciones criminales, aunque parte del balance se debe también a las pugnas entre grupos rivales.

ACCIÓN ESTADOUNIDENSE

Por otro lado, Obama se ha comprometido, si gana las elecciones presidenciales del próximo 6 de noviembre, a adoptar medidas desde Estados Unidos que contribuyan a frenar el flujo de armas y dinero a México y a reducir la demanda de droga.

"En los últimos años hemos intensificado el trabajo en materia de prevención y tratamiento de la drogodependencia, porque sabemos que si conseguimos reducir la demanda, eso significará menos armas y dinero para los cárteles", ha indicado.

Obama también se ha comprometido a "trabajar de manera más agresiva para contener el flujo de armas y dinero hacia México", aunque ha rehusado mencionar medidas concretas como, por ejemplo, la prohibición de la venta de armas de fuego, que su vecino del sur le ha pedido insistentemente.