El Observatorio Cubano de DDHH denuncia que se han producido más de 8.900 detenciones arbitrarias en 2014

El Observatorio Cubano de Derechos Humanos ha denunciado que, según los datos que sus colaboradores en la isla han podido recopilar, cerca de 8.970 personas fueron detenidas de forma arbitraria en 2014. Del total de dichos arrestos, casi el 64 por ciento han recaído sobre mujeres.

Según ha explicado el organismo, "la gran mayoría de estos actos represivos fueron realizados para impedir o interrumpir el ejercicio de los legítimos Derechos Humanos" y para reprimir movimientos de protesta como los feministas. De hecho, se han mostrado muy preocupados porque entienden que los datos evidencian "el ensañamiento del Gobierno cubano especialmente contra los movimientos femeninos, como las Damas de Blanco".

Por todo ello el Observatorio ha lamentado que Cuba siga siendo "un lugar inseguro para las libertades individuales, especialmente para las iniciativas ciudadanas autónomas, al margen o directamente contrarias a las normativas" de un Gobierno que, según sus palabras, "criminaliza el derecho a la libertad de opinión y de expresión, el derecho de reunión y asociación pacífica, y que niega la difusión y acceso sin restricciones a la información". En esta línea ha resaltado que el derecho al acceso a Internet, reconocido por el Consejo de Derechos Humanos en 2011, sigue siendo un espejismo para los cubanos.

Además, el organismo ha denunciado que el nivel de vida de los cubanos se ha degradado insoportablemente. Apuntan a que la protección social de la población ha caído a niveles alarmantes; las cifras de personas en riesgo de exclusión aumentan al incrementarse el costo de la vida y no hacerlo proporcionalmente las pensiones y las ayudas sociales.

Muchas familias cubanas viven hacinadas, sobre todo en la capital, donde 33.889 núcleos familiares necesitan de un hogar, según datos de la prensa oficial cubana, que aseguraba que en 2013 el déficit habitacional era de unas 600.000 viviendas.

ACTIVISTAS Y DERECHOS HUMANOS

El Observatorio además ha denunciado que los activistas y aquellos que dedican su vida a la defensa de los Derechos Humanos no tienen una protección efectiva en el ordenamiento jurídico ante las acciones de la Policía y de las brigadas de respuesta rápida. "Siguen siendo atacados en su integridad física y moral, y sufriendo constantemente la injerencia del Estado en sus vidas privadas", ha concretado.

En cuanto a los trabajadores cubanos, la institución ha explicado que reciben salarios inferiores al mínimo de un obrero textil de Bangladesh, alcanzando los 49 euros mensuales. Realidad a la que hay que sumarle que "también les está prohibido el derecho a sindicarse libremente, así como a negociar contratos de trabajo", ha añadido.

Una situación contra la que los trabajadores no pueden luchar porque en Cuba, según ha explicado el Observatorio, el Estado continúa siendo el mayor empleador y quien gestiona el acceso a los puestos mejor remunerados, que se obtienen con la aprobación o aval del Partido Comunista de Cuba o de las organizaciones de masas a su tutela.

EDUCACIÓN Y SANIDAD

Otro tema en el que se ha centrado el Observatorio es la educación. Según han explicado, las familias cubanas continúan sin tener el derecho a elegir qué tipo de educación prefieren para sus hijos. "Las escuelas son propiedad del omnipresente Estado, que es también el único educador", ha señalado.

La participación del Gobierno cubano en campañas médicas en otros países, son acciones aplaudidas por la comunidad internacional; sin embargo, la institución ha subrayado que este proceder, además tener un carácter lucrativo, es utilizado para establecer deudas de gratitud y relaciones clientelares por y con los gobiernos de los países receptores de esta ayuda.

Además, "estas muestras de solidaridad esconden importantes violaciones a los derechos laborales del personal participante y contribuyen al deterioro y la desidia que predominan hoy en el sistema de salud pública nacional", ha añadido.

De esa manera, lejos de dar señales positivas en respuesta a las acciones emprendidas desde diversas partes del mundo, el Gobierno cubano acentúa su menosprecio por las esperanzas, anhelos, derechos y libertades de sus ciudadanos, ha cloncuido el Observatorio.