Pillado tras robar y quedarse encerrado en la tienda

Un joven armado irrumpe en una tienda de móviles de Houston sin encontrar resistencia. Lo que no se espera es que los empleados y una mujer con un niño opten por salir del recinto y echar la llave.

El ladrón, ocupado en conseguir su botín, se percata de su encierro cuando acude a la puerta. La sorpresa es mayúscula y el delincuente se muestra nervioso, sin saber que hacer.

Dispara contra la cerradura, pero no se abre. Se abalanza con toda su fuerza y hasta patea la puerta, pero nada. Desesperado llama a los que están fuera. Suplica incluso de rodillas y hasta reza pero no hay escapatoria. Recibe a los policías con los brazos en alto. Acaba de ser condenado a 5 años de prisión.