Pillay pide la rendición de cuentas por todos los crímenes en Siria, incluidos los ataques a la misión de la ONU

"La situación en Siria se sigue deteriorando y el sufrimiento de los civiles se ha incrementado de forma importante", declaró Pillay en un discurso pronunciado ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, reunida en Ginebra para analizar la situación en todo el mundo.

"El aumento de la violencia ha limitado la capacidad de la misión de supervisión de la ONU en Siria para llevar a cabo su mandato y, como consecuencia de ello, la UNSMIS tuvo que suspender sus operaciones el 15 de junio", recordó. El jefe de la UNSMIS, el general noruego Robert Mood, anunció el pasado sábado la suspensión de las operaciones debido a la escalada de la violencia en los diez últimos días.

Esta suspensión, que se produce "mientras se sigue matando cada día a civiles inocentes", se debe a los peligros a que se enfrentan los observadores y a "los continuos ataques diarios" que sufren los convoyes de la ONU "que intentan acceder a localidades y aldeas en Siria para documentar graves violaciones de los Derechos Humanos", como le sucedió a la delegación de la misión "que intentó entrar el pasado 12 junio en la ciudad de Haffeh", prosiguió.

"Se debe poner fin a todas las violaciones de los Derechos Humanos contra el pueblo sirio por parte de todas las partes en conflicto", aseveró Pillay. "El Gobierno de Siria debe poner fin inmediatamente al uso de armamento pesado y a los bombardeos contra zonas pobladas, que equivalen a crímenes contra la Humanidad y a posibles crímenes de guerra", advirtió.

"Insto también a la comunidad internacional a superar sus divisiones y a trabajar para poner fin a la violencia y a las violaciones de los Derechos Humanos que sufre el pueblo sirio", manifestó la alta comisionada. "Debemos hacer también el máximo esfuerzo para garantizar la rendición de cuentas de todos los perpetradores, incluidos los que han atacado a los observadores de la ONU", concluyó.