La Procuración General argentina rescindirá el contrato del informático del caso Nisman

El fiscal que ha reemplazado a Nisman en la investigación del atentado contra la Asociación Mutual Israelita de Argentina (AMIA), Alberto Gentili, ha pedido a la Procuración General argentina que se le rescindiera el contrato a Lagomarsino por su presunta implicación en el caso.

Gentili ha asegurado en un comunicado que Lagomarsino no solía ir al lugar de trabajo, el edificio Le Parc, y que además percibía un salario de 4.189 euros mensuales, calificado por 'Página 12' como el contrato más alto de cualquier fiscalía del país. También se dará de baja al abogado Claudio Rabinovich, que cobraba 3.167 euros al mes y que tampoco aparecía por el edificio Le Parc.

Además, se desconoce cuál era el papel de Lagomarsino en la unidad fiscal. Según su contrato, firmado en 2008, se encargaba de la seguridad informática de los ordenadores del caso AMIA. Sin embargo, no formaba parte del equipo informático de la unidad que investigaba el caso AMIA ni del que trabajaba directamente para la Procuración General de Argentina.

La fiscal que lleva el caso de la muerte de Nisman, Viviana Fein, se encuentra ahora investigando qué papel pudieron tener Lagomarsino y Rabinovich en la muerte de Nisman. Fein está comprobando las empresas que figuran a nombre de Lagomarsino y los treinta viajes que hizo al extranjero en los últimos tres años, algunos de ellos con el propio Nisman.

El pasado mes de enero, Nisman acusó públicamente a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, al canciller Héctor Timerman y a varios altos cargos más de haber encubierto a los supuestos autores del atentado contra AMIA que dejó 85 muertos y varios centenares de heridos en 1994.

Tan solo unos días después, el 18 de enero, Nisman fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza en el edificio Le Parc. El arma homicida, una pistola Bersa 22, pertenecía a Lagomarsino, quien aseguró que se la había prestado a Nisman el día anterior.