"Cada vez que veo la imagen del niño sirio en la playa vuelvo atrás"
Atlas
13/09/201517:01 h.El fuego obligó a Sujra a salir de Bosnia el 14 de abril de 1992. Tenía 26 años y se marchó a Belgrado a casa de unos familiares con sus dos hijos pequeños. Lo que iba a ser una semana fueron años, mientras la guerra se cebaba con su familia. "Mataron a mi marido, suegro, mis cuñados. Y tengo casa allí, pero cuando voy a ver a mi madre, nunca me quedo", explica, emocionada. Desde Serbia se fue a Macedonia y desde allí a España. "El único país que se ofreció a recoger madres e hijos solos", dice. Un viaje de la oscuridad a la luz que la llevó primero al País Vasco y luego a Chinchón. "Cuando llegué me pareció que era el fin del mundo", bromea. Pero ahora está tan integrada que se maneja a la perfección como jefa de cocina de este restaurante español. Ni Sujra ni su hija olvidan sus orígenes, pero no piensan en volver a vivir a su país. "Cuando veo las imágenes del niño en la playa, me pongo en su lugar, cada vez que lo veo vuelvo atrás", asegura. Los recuerdos pesan demasiado.