La vida se abre camino en Sinyar (Irak) cuatro años después de la persecución contra los yazidíes
EUROPA PRESS
07/05/201817:06 h."Perdimos todo. Perdimos nuestros medios de subsistencia, hombres, niños e incluso nuestro honor", ha dicho Aishan Haider, que ha contado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) cómo se llevaron a cinco hombres de la casa donde vivían. "Desde entonces, no sabíamos nada de ellos", ha lamentado Aishan, que ahora vive junto a otras dos familias en una casa parcialmente destruida.
Gran parte de la ciudad está ahora destruida y su economía permanece igualmente en ruinas, por lo que Aishan reconoce que pasa la mayor parte del día en casa. En Sinyar, ha añadido, "todo el mundo quiere ganarse la vida sin ningún empleo", según un comunicado del Comité.
Sin embargo, por ahora solo tres de cada diez desplazados han regresado y otros, como Abu Hasan, siguen en campamentos improvisados en la montaña. Regresó dos veces para ver su casa, ahora completamente destruida, y comprobó de primera mano que no se había retirado un artefacto casero colocado junto a la vivienda.
TÍMIDOS AVANCES
Sherin Shafin ahora aspira a ayudar a su comunidad a volver a levantar cabeza en un territorio que considera "sagrado". Esta enfermera ha destacado la valentía que mujeres que permanecieron en la montaña tras perder a sus maridos y que incluso "tuvieron que dar a luz sin ayuda médica".
"La gente que viene a Sinyar siempre está impresionada con nuestra comunidad. A pesar de los asesinatos en masa, la comunidad permanece unida", ha afirmado Sherin, que ha alabado la "dignidad y cohesión" de quienes dejaron todo atrás con el único objetivo de sobrevivir.
El CICR ha concedido este año ayuda en efectivo a 2.00 familias desplazadas que aún viven en tienda de campaña en la montaña y ha abierto una oficina satélite en la zona de Sinuni, donde trabaja para responder a las necesidades de protección y asistencia.