Las fuerzas gubernamentales matan a 35 personas en distintos puntos de Siria

Entre los fallecidos este viernes hay un niño y una mujer, según los Comités, que han precisado en un comunicado que en Hama han muerto nueve personas; en Homs, ocho (entre ellas, tres hombres que desertaron del Ejército); en Idlib, tres, y en Deraa, una.

Los barrios de Damasco donde se han registrado víctimas mortales son Dumair (siete), Harasta (cuatro), Qudsaya (dos) y Zabadany (una), según los Comités.

En Qudsaya y en la ciudad de Hama (este de Siria), las fuerzas de seguridad han disparado a discreción contra grupos de manifestantes y además han cerrado todas las entradas y salidas a Qudsaya. Según varios activistas citados por la agencia Reuters, las fuerzas de seguridad han matado a tiros a cuatro manifestantes antigubernamentales en Hama.

En el barrio damasceno de Qadam, las fuerzas de seguridad y "matones del régimen" están haciendo redadas mientras disparan y usan gases lacrimógenos, según los Comités Locales de Coordinación.

Asimismo, los Comités han informado de que en la mayoría de las mezquitas de Deir al Zor, en el noroeste del país, se han llevado a cabo manifestaciones multitudinarias contra el régimen de presidente Bashar al Assad.

"Las fuerzas de seguridad y el Ejército han disparado contra los manifestantes para que se dispersasen", han rodeado varias zonas de la ciudad y "han irrumpido en el barrio de Jabela mientras disparaban, hiriendo varias personas, incluido un niño que está grave", dice el comunicado.

En una mezquita de Damasco, las fuerzas de Al Assad han herido al menos a tres manifestantes al abrir fuego contra una multitud en el distrito de Kfar Souseh, según un testigo citado por Reuters. "Vi a tres personas en el suelo y no sé si están vivas o muertas", ha declarado.

La fuente ha agregado que agentes de la Policía secreta y milicianos progubernamentales usaron cañones de agua y fusiles de asalto cuando los manifestantes se negaron a marcharse.

Violencia pese a los observadores internacionales

Desde el comienzo de la revuelta popular contra Al Assad, han muerto en Siria más de 5.000 personas, según la ONU. El Gobierno mantiene que lucha contra "grupos terroristas armados" que han matado a más de 2.000 policías y militares.

La violencia no ha disminuido con la presencia de los observadores de la Liga Árabe, que iniciaron su labor en Siria --comprobar si el Gobierno está aplicando el plan de paz propuesto por el organismo regional-- el pasado 26 de diciembre. En virtud de ese plan, Damasco se comprometió a retirar al Ejército de las ciudades, a liberar a las personas detenidas en las protestas y a entablar un diálogo con la oposición.

El próximo domingo, un comité de la Liga Árabe analizará en El Cairo el informe inicial de los observadores. Entonces podría decidir seguir adelante con la misión o remitir el caso de Siria al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Los activistas sirios afirman que los observadores no pueden acceder libremente a las zonas conflictivas, algo que el Gobierno niega. En Hama, una unidad del Ejército Libre Sirio --formado principalmente por desertores del Ejército-- se ha quejado de que no le han permitido hablar con los observadores.

"Queremos demostrar al mundo que el régimen de Al Assad miente cuando dice que aquí hay bandas armadas", ha dicho un oficial del Ejército Libre Sirio en un vídeo publicado en Internet. "No hay bandas armadas, sino soldados que desertaron cuando vieron que el Ejército y las fuerzas de seguridad estaban matando a civiles y bombardeando casas con artillería pasada", ha explicado.

Un reportero del servicio en árabe de la BBC ha podido acompañar a tres observadores árabes en una visita de cinco horas a la localidad de Irbine, a las afueras de Damasco, según la cadena británica. Es la primera vez que se tiene constancia de que un medio internacional ha podido presenciar las actividades de los observadores, aunque el plan de paz de la Liga Árabe dice que los periodistas deben poder informar libremente.

La BBC ha podido grabar una protesta contra Al Assad en Irbine en la que no intervinieron las fuerzas de seguridad. Manifestantes y residentes contaron a los observadores, todos diplomáticos argelinos, el duro trato al que les someten las fuerzas de seguridad. Luego los observadores presenciaron una manifestación en la que la multitud demandó la ejecución de Al Assad, según la cadena.