Ya se cumplen tres días desde que estas lenguas de fuego comenzaran a arrasar las proximidades de Manchester, en Reino Unido. Más de 30 viviendas han tenido que ser evacuadas y los bomberos no cesan en su lucha por sofocar las llamas. Las fuertes rachas de viento y el clima cálido son los causantes de la propagación del fuego. El ejército está preparado para intervenir cuanto antes, si fuera necesario su apoyo.