Trump presionó al exdirector del FBI para que dejase de investigar a Flynn por sus relaciones con Rusia
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, presionó al exdirector del FBI, James Comey para que diese carpetazo a la investigación sobre el exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Michael Flynn, en la trama rusa. Los hechos ocurrieron hace tres meses, tan sólo un día después de que Flynn dimitiera por mentir sobre sus tratos con Moscú.
Tras una reunión en el Despacho Oval sobre temas de seguridad con altos mandos de su equipo, Trump pidió quedarse a solas con el exjefe de la agencia. Una vez cara a cara, le comentó a Comey que Flynn era "un buen tipo". "Espero que puedas dejar pasar esto", añadió el presidente. El exdirector del FBI guardó silencio, le respondió que estaba de acuerdo en que era un buen tipo y lo anotó todo en un memorándum que recoge todos sus encuentros y conversaciones con Trump.
Parte de este informe ha sido publicado ahora por The New York Times y la noticia ha explotado como una bomba en Washington. La Casa Blanca, aunque no ha negado la existencia de esta conversación, ha desmentido las presiones. Por suparte, los demócratas han asegurado que Trump está poniendo a prueba al país de una forma sin precedentes, mientras que el senador republicano, John McCain, ha señalado que este escándalo está alcanzando el tamaño y la escala del Watergate.
El Congreso ya ha pedido al FBI todos los documentos y grabaciones que existan entre Comey y Trump para aclarar si el presidente intentó influir en una investigación federal. En ese caso, sería una obstrucción a la justicia en toda regla que podría hacer tambalear, aún más, el polémico mandato de Donald Trump.