Seis detenidos en Turquía por su presunta relación con el asesinato del embajador ruso

Karlov murió tras ser tiroteado cuando inauguraba una exposición en un centro cultural de Ankara. El atacante apeló a la situación en la ciudad siria de Alepo para justificar el ataque.

Karlov falleció en el acto, mientras que otras dos personas, entre ellas una mujer de origen albanés, resultaron heridas y han tenido que ser trasladadas a centros sanitarios de la zona.

Las imágenes del suceso difundidas en redes sociales muestran a un joven vestido de traje que, tras realizar varios disparos por la espalda contra Karlov --que queda inerte en el suelo--, comienza a proferir gritos en turco, además de "Allahu akbar" (Dios es el más grande).

De acuerdo con el diario turco 'Hurriyet', gritó "¡No olvidéis Alepo! ¡No olvidéis Siria! Mientras nuestros hermanos no estén a salvo, no gozaréis de seguridad". "Quien quiera que comparta esta opresión pagará por ella (...) Solo muerto me llevaréis de aquí", ha añadido.

El atacante, que murió tiroteado por las fuerzas de seguridad, era un antiguo miembro de la Policía antidisturbios de 22 años de edad y originario de la provincia occidental de Aydin, tal y como ha revelado el ministro de Interior turco, Suleyman Soylu.

Tanto Turquía como Rusia han asegurado que se trata de un atentado. "Calificamos lo ocurrido como un ataque terrorista", ha dicho la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajarova, de acuerdo con la agencia de noticias Sputnik.