Estados Unidos denuncia la "limpieza étnica" de los rohingya en Birmania

Tillerson viajó este mes a Birmania, donde se reunió con los principales líderes del país asiático, entre ellos la líder 'de facto' del Gobierno, Aung San Suu Kyi, y el jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing. En sus reuniones, el jefe de la diplomacia norteamericana reiteró el "fuerte compromiso" de su Gobierno con las reformas democráticas y la paz, con un alusión específica a la "devastadora crisis" de Rajine.

Más de 600.000 miembros de la minoría rohingya han huido de este estado y han cruzado la frontera hacia Bangladesh para escapar de la represión desencadenada a raíz de varios ataques insurgentes. Para Tillerson, "la respuesta a esta crisis es vital para determinar el éxito de la transición (de Birmania) a una sociedad más democrática", según un comunicado del Departamento de Estado.

"La prueba clave para cualquier democracia es cómo trata a las poblaciones más vulnerables y marginadas, como por ejemplo la etnia rohingya", ha añadido Tillerson, que ha instado tanto al Gobierno como a las fuerzas de seguridad a respetar los Derechos Humanos de "todos" y reprender a quien no lo haga.

El secretario de Estado norteamericano ha condenado los ataques insurgentes en Rajine, pero al mismo tiempo también ha subrayado que "ninguna provocación puede justificar las horribles atrocidades" ocurridas después. "Después de un cuidadoso análisis de todos los hechos disponibles, está claro que la situación de Rajine constituye limpieza étnica contra los rohingya", ha añadido.

Washington, que ha comprometido desde agosto una ayuda humanitaria de 87 millones de dólares, reclama una investigación "creíble" e "independiente" que permita aclarar lo sucedido y fomentar la rendición de cuentas, según Tillerson, que ha abierto la puerta a la imposición de sanciones contra las personas y entidades que puedan estar involucradas con estos abusos.

Asimismo, ha instado al Gobierno de Birmania a "crear las condiciones necesarias para que todos los refugiados y desplazados internos puedan volver a sus casas de forma segura y voluntaria". Las autoridades bangladeshíes y birmanas han dado pasos en este sentido, aunque por el momento no se han registrado avances significativos.