El Gobierno de Francia quiere evitar imágenes como las ocurridas el pasado viernes. En ellas se ve a 153 niños, de 12 años, detenidos por la quema de su colegio, a unos 50 kilómetros de París. Los agentes les mantienen de rodillas, esposados con bridas en el patio del liceo, después de una violenta jornada de protestas.