"Pensábamos que era el último día de nuestra vida": el relato de los niños del autobús escolar secuestrado en Italia

“Pensábamos que era el último día de nuestra vida”. Son las declaraciones de uno de los 51 niños que se encontraban en el interior de un autobús escolar secuestrado en Italia. Lo hizo el propio conductor del vehículo, que roció el autobús de gasolina y, además, lanzó una amenaza: “Hoy de aquí no sale vivo nadie”. Obligó a los monitores presentes en el autocar a atarles las muñecas a los niños y a quitarles los teléfonos, pero un móvil cayó al suelo y un joven logró desatarse y llamar a la policía.

Los carabineros interceptaron entonces el autobús. Rompieron las lunas y abrieron una puerta. Cuando los niños estaban saliendo el conductor aceleró y algunos escolares cayeron al asfalto. Finalmente, el vehículo acaba estrellándose, y el conductor le prende fuego cuando aún no han salido todos los chicos. Por fortuna, ninguno ha sufrido heridas graves, y el responsable del suceso se rinde. Asegura que quería vengarse de las muertes de migrantes en el Mediterráneo. Se trata de un senegalés nacionalizado italiano con antecedentes por abusos a menores y por conducir borracho. Según los niños, les dijo que había perdido a tres hijas ahogadas en el mar.