El avión siniestrado tenía una autonomía de vuelo muy justa para llegar a su destino, Medellín. El piloto, que no avisó de la emergencia, pidió permiso para aterrizar. Así lo ha declarado el copiloto de otro avión que se encontraba en la zona, que oyeron y vieron como el avión bajaba el vuelo hasta chocar contra el cerro.