El 'caníbal de la ballesta' se corta el cuello
INFORMATIVOS TELECINCO
11/09/201018:03 h.Los propios guardias de la prisión tuvieron que armarse de valor para intervenir e impedir lo que parecía un intento real de suicidio. Stephen Griffiths, antiguo estudiante de criminología, no era precisamente una exhibición de juicio y cordura: más bien era capaz de hacer cualquier cosa. Al final, los carceleros consiguieron dominarlo y evitar un desenlace aún más trágico.
Distintas informaciones coinciden en que a Griffiths no le había faltado nunca de nada: había estudiado en un colegio de mucho nivel, para después pasar a una buena universidad, donde comenzaría a estudiar criminología. Pero sería entonces cuando su oscura personalidad comenzó a manifestarse: se obsesionó con los asesinos en serie y terminó por encerrarse en su casa e Internet, al tiempo que se producía el divorcio de sus padres.
Se estima que más prostitutas podrían haber sido asesinadas por el mismo individuo, considerado un tipo extraño por todos los vecinos que han vivido cerca de su domicilio, desde que este era pequeño. Lo que no queda claro es cómo sus padres, pertenecientes a una clase muy humilde, pudieron pagarle una educación tan cara: ¿subvencionó el Estado los estudios de un futuro asesino?