División en el seno del Gobierno belga ante un posible asilo político a Puigdemont
Informativos Telecinco
30/10/201720:40 h.La última imagen que tenemos de Puigdemont se remonta al pasado sábado, cuando salía de un restaurante en Girona con su mujer, antes de darse un baño de multitudes. Desde entonces, no le hemos vuelto a ver. Aunque, eso sí, este lunes daba los buenos días desde su perfil de Instagram con una foto del cielo visto desde el interior del Palau.
Sin embargo, en Barcelona ni rastro de él. De hecho, horas después de la publicación saltaba la bomba: el expresident podría estar en Bélgica. Habría viajado en coche hasta Marsella y, una vez allí, habría cogido un avión hasta la capital belga.
Una aventura en la que le acompañarían cinco exconsellers del Govern, algunos de ellos de su núcleo duro: Antoni Comín (Salud); Meritxell Serret (Agricultura); Dolors Bassa (Trabajo y Asuntos Sociales) Joaquim Forn (Interior); y Meritxell Borràs (Gobernación).
Así las cosas, en Bruselas durante todo el día los ojos puestos están puestos en la sede del NVA: el partido independentista flamenco. Algunas fuentes apuntaban a que Puigdemont podría estar ahí, pero el propio portavoz ha salido a negarlo.
La sospecha la alimentó el propio secretario de inmigración del gobierno belga, que pertenece a esta formación y un día antes dejaba la puerta abierta a una posible concesión de asilo al expresident; un anuncio desmentido de inmediato por el primer ministro belga, Charles Michel, a quien todo esto le haya supuesto un conflicto:
Michel encabeza un gobierno de coalición con los díscolos independentistas flamencos, que simpatizan con los soberanistas catalanes. De ahí que Michel fuera el más crítico de los líderes europeos con la actuación de la policía española durante el 1 de octubre, lo que le supuso un rifirrafe con Rajoy en su último encuentro.
Ahora, el Gobierno belga asegura que no se ha visto con Puigdemont y que no quiere que ninguno de sus miembros se entreviste con él.
Bélgica es un país de larga tradición de asilo político y por eso habría venido el expresident, aunque tendría que demostrar que está siendo perseguido, algo impensable en un Estado de la Unión Europea.