Más de 800 miembros de la ONG Cascos Blancos de Siria son evacuados por la ONU

Son los primeros en llegar tras los bombardeos, y en muchas ocasiones los únicos. Los Cascos Blancos de Siria son cientos de voluntarios de una organización humanitaria, fiananciada por Estados Unidos y otros países occidentales, que solo trabaja en zonas controladas por los rebeldes. Se calcula que son cerca de 3.000 de los que unos 200 han muerto durante las operaciones de rescate. Acostumbrados a trabajar rodeados por la muerte y la destrucción, esta vez han sido ellos los que han tenido que ser rescatados.

Unos 800 miembros de los Cascos Blancos de Siria y sus familias habían quedado atrapados en medio de una ofensiva del ejército de Bashar al Assad en el suroeste del país. En una operación relámpago llevada a cabo por Israel a petición de Estados Unidos y otros países europeos han sido evacuados por Israel a través de los altos del Golan hasta Jordania debido había una amenaza inminente para sus vidas ya que son considerados combatientes por el ejército sirio a pesar de que ellos de consideran neutrales.

En los próximos tres meses serán reubicados en Alemania, Canadá y el Reino Unido, los tres países que, hasta ahora, se habrían ofrecido a acogerlos. Mientras tanto, las tropas de Basar al Assad apoyadas por Rusia e Irán van ganando cada día más y más terreno. El único territorio de relevancia en poder de los rebeldes se sitúa en la región de Idlib al noroeste del país.