Trece de los ataques de las fuerzas aliadas se han producido en Irak y han alcanzado una fábrica de armas, un almacén, una posición de combate y una excavadora, todos ellos en posesión del grupo insurgente.
En territorio sirio, los seis impactos restantes se han dado cerca de las ciudades de Al Hasaka y Manbij, y han destruido artillería pesada del grupo terrorista, un edificio bajo su control, además de varios vehículos.