Los tatuadores clandestinos de la Habana: Patria, socialismo o tatoo

Cuba en un país detenido en el tiempo y eso se nota en el conservadurismo de ciertas leyes y las prejuicios que todavía tiene la sociedad, incluso después de la muerte de Fidel Castro. Por ejemplo entre las actividades lícitas por cuenta propia que el Estado publicó en septiembre de 2013, no incluye la de tatuar. Esto ha “sumergido” en “limbo alegal” a los tatuadores”, convertidos en artistas que ejercen en “la sombra”. La Marca es un estudio pionero, que pese a las restricciones abrió sus puertas en el 2015. Además, en la Habana existe toda “una escuela” de tatuadores clandestinos, “un circuito de piel y de tinta” que ha estado recorriendo Ángel Sastre, comprobando en sus propias carnes porque los tatuajes cubanos han ido ganando en calidad y fama.