La delegación de paz de las FARC pide información al Frente 34 sobre el secuestro de Alzate

Desde que se conociera la noticia del secuestro de Alzate, este domingo, el equipo negociador de las FARC solamente se ha pronunciado a través de un mensaje publicado en la red social Twitter en el que anuncian que reaccionará en breve a la suspensión del diálogo de paz.

Según ha informado a Caracol Radio una fuente cercana a los jefes guerrilleros enviados a La Habana, la delegación de paz de las FARC ha decidido "esperar un poco" antes de pronunciarse porque "no saben realmente" qué sucedió.

Con este propósito, el equipo negociador de las FARC habría solicitado al Frente 34, que actúa en el departamento de Chocó, donde fue secuestrado Alzate, un informe urgente sobre lo ocurrido.

No obstante, de manera extraoficial --a través de un editorial publicado en la agencia de noticias ANNCOL--, la guerrilla ha sugerido que Alzate se habría entregado voluntariamente a un grupo de insurgentes que le estaría esperando en Chocó.

"La sospechosa y poco clara entrega del 'chacho' de la guerra contrainsurgente imperial en Colombia, el general Alzate, a un 'supuesto' comando de las FARC en el Chocó ha llevado al presidente a suspender las conversaciones en La Habana", reza el texto.

Las FARC han cuestionado la versión oficial, según la cual "Alzate, con 31 años de experiencia, abandona sus escoltas y se sube, con sus bruñidas 'sunglasses', prácticamente solo a una pequeña lancha y llega a un perdido caserío ribereño del río Atrato donde lo están esperando escondidos en unos ranchos de paja unos cuantos guerrilleros".

"Tal estupidez digna de la ingenuidad avariciosa de una Ingrid Betancur, no es concebible en un mambrú condecorado como Alzate, quien sabe por cabeza propia que la guerra, como lo dijo el --ese sí-- general Clausewitz, 'está llena de impredecibles e incontrolables detalles particulares'", sostiene.

ANNCOL subraya que con todo esto "lo cierto es que Álvaro Uribe ha logrado por el momento su objetivo soñado de romper los diálogos de La Habana, gracias al perverso juego en tenaza que impuso Juan Manuel Santos de 'negociar en medio de las balas' y a su terquedad de tahúr, a sus cálculos errados de que va ganando una guerra invisible y sobre todo, a su refinada soberbia militarista de no aceptar un armisticio bilateral para ambientar un clima pacífico".