Pero, a pesar de la actuación de los más de 8.000 agentes, que han detenido en total a 1.400 personas en todo el país, se han producido algunos incidentes violentos: coches volcados, quemados y decenas de heridos, entre ellos varios policías.
Una jornada convulsa de guerrilla urbana en la que más de 700 detenidos continúan retenidos, aunque más controlada que hace una semana.