La justicia estadounidense ha comenzado a revertir la separación familiar de los inmigrantes

Después de pasar semanas o meses separados de sus padres y familias y siendo trasladados a centros de internamiento, estos niños y niñas vuelven a reunirse con sus progenitores. Un ejemplo es de Alison Jimena de 6 años. La pequeña es uno de los más de 2.300 menores que fueron separados de sus familiares cuando estos pedían asilo en la frontera con Estados Unidos. Una medida disuasoria de la política de tolerancia cero a la inmigración que comenzó a aplicar con mucho sigilo desde hace meses la administración de Trump.

A pesar de que poco a poco surgían las denuncias contra esta práctica, fue la publicación del sufrimiento real de los niños en un centro fronterizo lo que hizo reaccionar a la opinión pública y política. El 26 de junio, el presidente de Estados Unidos firmaba un decreto que prohibía separar a los menores de sus padres pero el daño ya estaba hecho. El Gobierno del país está bajo una orden judicial para garantizar que reúne a todos los menores separados de sus padres antes del 26 de julio.