En las imágenes se puede ver cómo decenas de jóvenes brasileños roban lo que pueden a los turistas que pasan a su lado a plena luz del día y sin aparentar demasiado temor ante las posibles represalias. Por descuido o mediante amenzas los ladrones se hacen con móviles, bolsos o joyas en un abrir y cerrar de ojos para salir huyendo con el botín.