Un judío libio, expulsado de la sinagoga que quería reconstruir

Un libio judío que ha regresado este año a su país tras la caída del régimen de Muamar Gadafi ha asegurado que un grupo de hombres armados le ha expulsado de la vieja sinagoga de Trípoli que pretende reconstruir.

David Gerbi, que abandonó Libia y se refugió en Italia cuando tenía 12 años por los ataques contra la comunidad judía registrados en el país norteafricano tras la guerra de los Seis Días, en 1967, ha explicado a la prensa que se ha dirigido a la vieja sinagoga para comenzar a limpiarla cuando se ha encontrado la puerta del templo cerrada y varios vecinos le han advertido que era mejor que abandonara el lugar.

"Un hombre ha llegado y me ha dicho: "Tienes que irte ahora. Están llegando hombres con armas y te matarán", ha indicado Gerbi, que viste una camiseta con el lema 'Amo a Libia' y lleva un pergamino con la palabra Yahvé.

Uno de los compañeros de Gerbi ha señalado que cuatro hombres armados con fusiles llegaron a la sinagoga cuando ellos intentaron acceder al templo.

Gerbi, que mantiene relaciones con el Consejo Nacional de Transición, ha subrayado que este incidente debería obligar a que el Gobierno provisional afronte la erradicación del rechazo a la comunidad judía, en cumplimiento de sus promesas de crear un estado democrático que respete las libertades civiles y los Derechos Humanos tras 42 años de dictadura.

"Tiene que aclarar si es un país racista o un país libre", ha afirmado. "La puerta se ha cerrado otra vez. Esto ha ocurrido con tantas generaciones. Es un acto simbólico", ha explicado Gerbi.

Gerbi, un psicoterapeuta de más de 50 años de edad, ha intentado conseguir un puesto en el Consejo Nacional de Transición para representar a los judíos exiliados y confía en que el nuevo Gobierno combata el rechazo a esta comunidad, que cuenta con unos 38.000 miembros refugiados en otros países como consecuencia de la violencia que se desató tras la Guerra de los Seis Días.

El rechazo a la comunidad judía ha estado presente durante la revuelta que ha acabado con el régimen de Gadafi, que ha dejado grafitis en las paredes de edificios de la capital en las que se criticaba el supuesto alineamiento de los judíos con el mandatario.

Gerbi ha anunciado que también tiene previsto visitar un cementerio judío en la capital libia, a pesar de los peligros que ese desplazamiento conlleva. "Lo siento por la gente que me quiere", ha afirmado, entre lágrimas, antes de advertir que proseguirá con su causa. "No abandonaré", ha subrayado.