El primer ministro de Camboya desafía a EEUU a que corte de verdad toda su ayuda para las elecciones generales

El dirigente, que ha gobernado a su antojo el país durante más de tres décadas, se ha mostrado en los últimos meses cada vez más disconforme con la política exterior norteamericana sobre Camboya según Washington ha ido criticando sus operaciones contra disdentes, grupos proderechos humanos y medios de comunicación independientes.

El Supremo de Camboya ordenó el pasado viernes la disolución del Partido de Rescate Nacional de Camboya (PRNC) argumentando que esta fuerza opositora estaba preparando un golpe de Estado, acusación que la formación rechaza tajantemente.

Ahora, y desde la web oficialista Fresh News, el mandatario camboyano ha asegurado que el cese de la ayuda "no va a matar al Gobierno de Camboya, pero sí a ese grupo de gente que servía a los intereses de la política estadounidense".

"Camboya no va capitular a cambio de ayuda exterior, no va a perder ni su soberanía ni su independencia", ha declarado antes de asegurar que la disolución del partido opositor no esconde un motivo político, sino que "es una decisión legal que no va a causar problema alguno al proceso del desarrollo nacional".

El primer ministro habla a sabiendas de que todavía cuenta con un importante aliado económico, China, que le permitiría subsistir con relativa comodidad gracias al dinero que le entrega habitualmente para costear grandes obras de infraestructuras sin necesidad de adoptar a cambio reformas políticas, como sí pide Washington.

Mientras tanto, el líder del disuelto partido opositor, Kem Sokha, sigue en prisión, donde lleva desde el pasado mes de septiembre a pesar de las peticiones internacionales para su liberación. Otros 118 oficiales del partido han sido castigados con la expulsión durante cinco años de cualquier trabajo relacionado con la política nacional.