Tres muertos por una explosión en un bar de copas de Mombasa

Por ahora se desconoce la causa de la explosión, pero en Mombasa se ha producido varios ataques desde que Kenia deplegó tropas en Somalia el pasado octubre para luchar contra el grupo armado islamista Al Shabaab. El pasado 15 de mayo, varios hombres armados lanzaron tres granadas contra una discoteca de esa ciudad, acabando con la vida de un guardia de seguridad y de una mujer.

La Embajada de Estados Unidos en Kenia había advertido el pasado sábado de un ataque que iba a ocurrir de forma inminente en Mombasa y había pedido a los funcionarios estadounidenses que trabajan allí que se marchasen. También informó de que se habían suspendido los viajes del personal de la Embajada a Mombasa hasta el 1 de julio.

El sospechoso que se encuentra detenido fue trasladado a un hospital porque sufría dolor abdominal y tenía heridas en las piernas. Este lunes, la Policía lo ha esposado a su cama y ha dicho que tiene que seguir interrogándolo.

El jefe de la Policía en la Provincia Costera, Aggrey Adoli, ha explicado que "una de las personas heridas" que está colaborando en la investigación está "ofreciendo testimonios contradictorios". "Se encuentra detenido como sospechoso", ha añadido.

La explosión del domingo causó inmediatamente la muerte de un hombre, y dos de las ocho personas resultaron heridas --un niño de nueve años y un hombre-- fallecieron posteriormente en un hospital. En el bar de copas había un grupo de personas viendo el partido de la Eurocopa de fútbol entre Inglaterra e Italia.

El Gobierno keniano escribió una carta a la Embajada de Estados Unidos el domingo en la que rechazaba la advertencia de la Embajada estadounidense por considerarla "imprudente" y "un acto de sabotaje económico". Además, el secretario del Gabinete, Francis Kimenia, aseveró que el país está capacitado para neutralizar cualquier amenaza terrorista.

El miércoles pasado, la Policía keniana detuvo a dos iraníes en Mombasa tras incautarse de una gran cantidad de productos químicos que supuestamente estaban destinados a la fabricación de explosivos.

Ahmad Mohamed y Sayed Musavi han sido acusados este lunes en el Alto Tribunal de Nairobi de poseer ilegalmente 15 kilos de explosivos y de disponerse a cometer un delito grave, pero ellos han defendido su inocencia. Estarán detenidos hasta el miércoles, cuando el juez decidirá si les concede la libertad bajo fianza.