Los 28 discuten este lunes operación de la UE en el Mediterráneo para combatir mafias que trafican con inmigrantes

La ministra de Exteriores italiana, Emma Bonino, planteará a sus colegas durante al almuerzo "explorar la posibilidad de lanzar una operación naval en el Mediterráneo exclusivamente para luchar contra el tráfico humano y perseguir a los traficantes", según han avanzado fuentes diplomáticas.

"La opción de una operación de Política de Defensa y Seguridad Común es una opción entre otras. Pero puede haber otras fórmulas más simples de cooperación sin pasar por una misión propiamente dicha", ha explicado una fuente diplomática europea de alto nivel, que ha avanzado que los ministros discutirán en todo caso "los pros y los contras" de la operación que pide Italia.

"No creemos que esa petición italiana sea acogida con gran entusiasmo en el Consejo", han admitido otras fuentes diplomáticas, que reconocen que "algunos" países cuestionan que "la presencia de buques sea lo óptimo", entre otros por la problemática de qué hacer con los inmigrantes rescatados dado que no hay competencia comunitaria en materia de salvamento y hasta ahora los países han rechazado cualquier opción de reasentar a inmigrantes acogidos por otro Estado miembro en su territorio para repartir la carga.

La UE estudia en el marco del grupo de trabajo creado a raíz de la tragedia de Lampedusa medidas como reforzar a la agencia europea de gestión de fronteras externas Frontex y lanzar una gran operación de salvamento en el Mediterráneo y el refuerzo de la cooperación con los países de origen y tránsito de la inmigración a la luz de "los buenos resultados" que ha obtenido por ejemplo la colaboración entre España y Marruecos para combatir la inmigración ilegal. El grupo debe presentar propuestas de medidas concretas para diciembre.

En este sentido, la UE contempla promover el tipo de cooperación que ya existen entre España y Marruecos "con Libia" y reflexionar con ellos sobre "cómo reforzar sus acciones en sus fronteras, especialmente marítimas" pero también "con los países de origen de la inmigración" como Túnez y Egipto. Los países de la región han mostrado voluntad en la reciente conferencia en Rabat además de "intentar apoyar a Libia en sus esfuerzos por reforzar la seguridad de sus fronteras" han recordado fuentes europeas.

La UE lanzó en verano una operación civil para formar a las fuerzas libias en el control de sus fronteras y ayudarles a reforzar sus capacidades en este sentido, pero el deterioro de la seguridad sobre el terreno y la inestabilidad política han impedido el despliegue de la misión en todo el país y no ha logrado alcanzar su plena capacidad operativa, según fuentes diplomáticas.

Los Estados miembros Gobiernos están preocupados por la situación de seguridad en Libia por el desafío que representan los grupos terroristas, el tráfico de armas y drogas y el desafío más reciente de la inmigración ilegal, aunque también por la inestabilidad política en el país tras la caída del exrégimen de Muamar Gadfi y el desafíos que plantean las distintas milicias y la falta de control de la mayor parte del territorio del país por el Gobierno de Trípoli, además del riesgo de escisión de la región de la Cirenaica.

Los ministros también discutirán el impacto de la crisis de refugiados sirios en los países vecinos y repasarán la situación en Siria, Túnez y Egipto. La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, también les informará de la última ronda de negociaciones entre el 5+1 e Irán para tratar de llegar a un acuerdo diplomático sobre su polémico programa nuclear.

Los Veintiocho también prepararán las próximas cumbres bilaterales con China el próximo 21 de noviembre en Pekín donde se espera que lancen las negociaciones para un acuerdo de inversión bilateral y la cumbre con los socios de Europa del Este los próximos 28 y 29 de diciembre, donde se espera que la UE firme un acuerdo de asociación con Ucrania, que incluye un tratado de libre comercio, y rubricar sendos acuerdos con Moldavia y Georgia.

En el caso de Ucrania, los Gobiernos condicionaron la firma del acuerdo a que Kiev apruebe la reforma judicial y de la ley electoral y resuelva el problema de justicia selectiva, incluido el caso de la exprimera ministra Yulia Timoshenko y apruebe una ley que le permita salir de la cárcel para recibir tratamiento médico en Alemania. Timoshenko fue condenada a siete años de cárcel en su país en un juicio tachado de político.

Se espera que no decidan hasta "el último momento" antes de la cumbre para dar tiempo a ver si el Parlamento del país aprueba en su próxima sesión del 19 de noviembre los tres proyectos legislativos.

Los Estados miembros todavía tienen que encontrar una fórmula para la declaración final de la cumbre que concilie las posturas de países como España, Francia y Alemania, que rechazan que los acuerdos de asociación se vean como una "antesala automática" a la adhesión a la UE y rechazan incluir la referencia al artículo 49 del Tratado sobre la ampliación de la UE y los bálticos, Polonia, Hungría, Rumanía y Bulgaria, que apoyan sus aspiraciones europeas.