La muerte de un preso palestino con cáncer provoca protestas contra Israel

Tanto Hamás como Al Fatá han convocado movilizaciones para denunciar la muerte de Abú Hamdiyeh y se han producido ya disturbios en la zona de Hebrón, donde se han lanzado cócteles molotov contra las fuerzas de seguridad israelíes, según informan medios israelíes.

"Es un crimen brutal contra Maysara, particularmente teniendo en cuenta que la administración penitenciaria sabía que sufría un cáncer y sin embargo no le liberaron", ha denunciado el ministro para los Asuntos de los Prisioneros de la Autoridad Palestina, Issa Qaraqe.

El ministro asegura que no se le proporcionó ningún tipo de tratamiento durante años, por lo que responsabilizó a Israel de su muerte. "Hubo negligencia", ha asegurado, al tiempo que ha pedido una comisión internacional para investigar lo ocurrido. El preso, de 64 años, padecía cáncer de esófago que se le había extendido hasta la médula espinal.

También el presidente palestino, Mahmud Abbas, ha responsabilizado a Israel de la muerte de Abú Hamdiyeh. "La negativa de Israel a escuchar nuestras peticiones para la liberación de Abú Hamdiyeh provocaron un deterioro de su estado", ha declarado durante su intervención ante el Comité Central de su partido, Al Fatá.

La noticia de la muerte ha provocado protestas como golpes a las rejas o lanzamiento de objetos en varias alas de seguridad de las prisiones de todo el país. Los guardias han empleado gases lacrimógenos para controlar la situación, aunque se ha informado de seis guardias y tres presos heridos por inhalación de estos gases.

DETERIORO DE SU SALUD

El propio Abú Hamdiyeh informó a su abogado en marzo de que sólo recibía analgésicos para tratar su enfermedad, que no recibía atención médica dentro de la cárcel y que sólo era atendido con medios sanitarios cuando era trasladado al Centro Médico Soroka de Beer Sheva, donde finalmente falleció en la mañana de este martes.

Cada traslado al hospital era "otro viaje de sufrimientos", relató el preso en una reunión con su abogado. Durante la visita, Abú Hamdiyeh "apenas podía mantener erguida la cabeza", según el letrado. Los presos palestinos de las cárceles israelíes de Eshel y Nafha habían iniciado una huelga de hambre para demandar la liberación de Abú Hamdiyeh.

Israel, por su parte, diagnosticó oficialmente el cáncer a Abú Hamdiyeh en febrero y sostiene que estaba recibiendo atención médica. Tras un informe de la semana en el que se determinaba que su estado era terminal, el Servicio Penitenciario de Israel inició el proceso de excarcelación solicitado por el preso. En los últimos días el preso había perdido 15 kilos de peso.