Es la emotiva imagen en un hospital de Idaho, en EEUU, donde familiares y personal sanitario hicieron un pasillo de despedida a un paciente de 53 años que estaba a punto de ser desconectado. El hombre se dirigía a quirófano, donde iba a ser intervenido para donar sus órganos y así salvar varias vidas. El homenaje es también una muestra de agradecimiento por el solidario gesto del enfermo terminal.