Sumerge a su vecino en la oscuridad plantándole una valla pegada a su ventana tras una serie de discusiones
Un hombre de Inglaterra denuncia que su vecino le ha dejado sin luz natural en casa al construir una valla en su ventana
El vecino, con el que discutió varias veces, se vengó levantando una cerca de casi dos metros y medio de alto junto a su ventana
El afectado denuncia que la situación está afectando a su hijo con autismo y a su esposa, con un trastorno afectivo estacional
Un hombre residente en Portslade, Inglaterra, ha hecho pública la dramática situación que está viviendo después de que un vecino decidiese, en una especie de venganza, instalar a escasos centímetros de su ventana una valla de madera de casi dos metros y medio, privándole así de luz natural a través de ella y sumergiendo su casa en la oscuridad, si no fuese por la luz artificial…
Rob Shepherd, como se llama el afectado, es además padre de tres hijos, uno de los cuales tiene autismo, mientras su esposa a su vez padece un trastorno afectivo estacional (TAE), caracterizado por experimentar ciertos síntomas de depresión durante algunas épocas del año, siendo generalmente el invierno.
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En este escenario, como recoge el medio británico The Sun, Rob denuncia que la situación, en ausencia de luz natural, ya está afectando a la salud de ambos y, concretamente Sarah, su esposa, de 38 años, puede revivir esos episodios de depresión.
Más allá, denuncia que es un peligro para la seguridad ante posibles incendios, y clama soluciones.
La venganza del vecino, un drama para su familia y también para su bolsillo
Para mayor escarnio, su vivienda está adjunta a la propiedad de su vecino, Michael Fitzsimons, porque antaño ambas formaban parte de un mismo edificio, por lo que al parecer este último no requería ni permiso de construcción para instalar la cerca que le ha plantado en la ventana.
Más allá, algunas de las ventanas de Rob dan a la tierra de su vecino, usando vidrio opaco de acuerdo con las reglas de planificación que se dieron.
En este escenario, la baza de Rob, –quien ha revelado que las primeras peleas se produjeron “cuando el vecino usaba herramientas eléctricas y su hijo tocaba música para ahogar el ruido”– es hacer pública la denuncia y aferrarse a la creencia de que su casa tiene lo que denomina como el estatus de “derecho de luz”, lo que significaría que, eventualmente, como indica The Sun, Fitzsimons sí podría verse obligado a derribar la valla.
Esa lucha, no obstante, no será fácil, y por supuesto no será barata: tendrá que recurrir a abogados para que solucionen el problema.