Detectan los cinco síntomas más comunes del coronavirus en personas vacunadas

Con la bajada de las temperaturas y la llegada de otros virus respiratorios, resulta cada vez más difícil de diferenciar los síntomas del coronavirus del resfriado común. Esto se debe a que la vacuna ha hecho que la enfermedad se desarrolle de forma más leve y en muchos casos los síntomas se superpongan con los del resfriado común.

Tanto es así que en octubre, una de cada cuatro personas con síntomas similares a los de un resfriado común dieron positivo en coronavirus , según el estudio ‘Zoe Covid’. Estos datos hacen temer a las autoridades sanitarias del país no estar detectando todos los casos que se deberían y, como consecuencia, perdiendo el control de la propagación del virus.

Por ello, el profesor de epidemiología genética de la Universidad King’s College London, Tim Spector, quien dirige el estudio ‘Zoe Covid’, advierte de que los síntomas del coronavirus de los que advierte el Sistema Nacional de Salud de Reino Unido y con los cuales se justifica la realización de una PCR (fiebre, tos persistente y pérdida del olfato y el gusto) no son tan comunes como al inicio de la pandemia. De esta manera, considera que la lista de síntomas debería de cambiar, según publica el diario ‘The Sun’.

En este sentido, apunta el estudio ‘Zoe Covid’, los síntomas más comunes entre los infectados que está vacunados con pauta completa son: en el 73 por ciento de los casos, dolor de cabeza y secreción nasal; en el 60 por ciento, estornudos; y en el 49 por ciento, tos persistente y dolor de cabeza. Además, advierte el estudio: “la anosmia o la pérdida del gusto sigue siendo uno de los predictores más importantes de una prueba positiva de COVID-19, por lo que es un síntoma importante a tener en cuenta".

Por tanto, instan a que cualquiera que tenga estos síntomas acuda a hacerse una PCR. "Es vital que si tiene alguno de estos síntomas, incluso si está seguro de que podría ser un resfriado, debe reservar inmediatamente y hacerse una prueba de PCR", señala la doctora Philippa Kaye.

Por otro lado, en el caso de los niños, las infecciones asintomáticas son las más comunes, según discutieron en septiembre en un seminario web de expertos, Spector junto con la profesora de Endocrinología clínica en el King’s College de Londres, Emma Duncan, y el consultor en neurodiscapacidad pediátrica, Michael Absoud.

“En promedio, entre los que contraen el virus, entre el 40% y el 70% de los niños no presentan ningún síntoma”, indicó Duncan, añadiendo que entre los que presentan síntomas “los más comunes son fiebre y dolor de cabeza, luego tos persistente, dolor de garganta, etc.”.

Aun así, prosigue, la prevalencia de ciertos síntomas depende de la edad del niño. Por ejemplo, el dolor de estómago es un síntoma común en los niños más pequeños que no ocurre con tanta frecuencia en los niños mayores, mientras que los niños mayores tienen más probabilidades de sufrir pérdida del olfato (anosmia).

Además, al igual que ocurre con los adultos, la amplia gama de síntomas, muchos de los cuales se superponen con otras infecciones comunes, puede dificultar la diferenciación entre COVID-19 y cualquiera de las otras innumerables enfermedades que los pueden contraer.

“No todas las congestiones nasales son coronavirus”, advierte Duncan. "La mayor diferencia que vimos fue en la duración de la enfermedad: los niños con COVID sintomático confirmado están enfermos durante alrededor de 6 días, mientras que los que estaban enfermos con otra cosa estuvieron enfermos durante un promedio de tres días".

En esta franja de edad, tranquilizan, la mayoría de las infecciones por COVID son leves y las posibilidades de enfermarse gravemente o terminar en el hospital son muy bajas. De los niños fallecidos por coronavirus en la primera ola de la pandemia en Reino Unido, 24, muchos de ellos tenían comorbilidades como afecciones neurológicas, discapacidades graves de aprendizaje y algunos trastornos genéticos como el síndrome de Down, explican.

Los síntomas no se sufren durante mucho tiempo: solo el 4,5 por ciento de los niños tienen síntomas durante una semana y, el porcentaje se reduce al 1,5 por ciento si el tiempo aumenta a dos semanas.