La policía interroga a la expareja de Sonia Iglesias y a su hermano por homicidio
Julio y David Araujo llegan a la comisaría de policía de Pontevedra juntos. Tienen que declarar por el homicidio de Sonia Iglesias. Lo hacen en calidad de investigados, es decir con abogado para que puedan defenderse. Su defensa advierte de que Julio no declarará previsiblemente. Si los indicios nuevos de la policía no son suficientemente sólidos, no le conviene decir nada. Parece que intentará dejar las cosas como están y no hablar más de la cuenta. La juez ha dicho que no tiene pensado llamarle a declarar judicialmente.
Con esas previsiones será complicado que Julio Araujo añada algo más de lo que ya dijo estando imputado por al desaprición de su compañera sentimental. Entonces los interrogatorios policiales eran un camino sin final, y sin retorno según los investigadores que desesperaban ante sus silencios y sobre todo cuando les espetaba "vuestro problema es que no tenéis con qué demostrar lo que decís". Frío y hasta displicente. Así lo definen quienes lo conocieron. Complicado sonscarle años después. La clave podría estar en el hermano, por primera vez acusado policialmente.
Esta mañana el Grupo Operativos de Intervenciones Técnicas especialistas en abrir zanjas o picar paredes si es necesario, llega a la finca. Agujerean el terreno de la parte de atrás con una potente taladradora. Son las zonas donde el georradar marcó posibles movimientos de tierra. No dejarán ni un palmo de la casa por registrar incluso revisan una capilla contigua a la vivienda.
La información nueva que llegó a la policía y que ha propiciado la búsqueda habría situado el cuerpo de Sonia oculto en un terreno propiedad de Julio Araújo y sus hermanos. Esta vivienda la habrían heredado al morir la madre y los terrenos que rodean al caserón. En esta casa vivió la pareja pero poco tiempo porque se marcharon a la que es propiedad de Sonia. Araújo podría haber vuelto aquí para esconder el cuerpo. Pero podría estar en otras tierras y por eso buscan también documentos de los bienes familiares.
Eso explicaría que la policía esté interesada en tomar declaración al hermano de Araújo que ha estado presente en los registros. Podrían declarar esta tarde los dos en calidad de investigados para poder ser asistidos de abogado.
La familia de Sonia celebra los avances policiales porque siempre ha pensado que Julio tuvo que necesitar ayuda para esconder el cuerpo de Sonia, o al menos podría haber sido encubierto por alguien de su familia. Como la policía, están convencidos de que la desaparición de Sonia se produjo tras comunicarle la intención de separarse. Ella había conocido a otra persona y estaba muy ilusionada.
La mejor amiga de Sonia explicó en declaración que Julio la controlaba y estaba obsesionado hasta el punto de llamarla a ella para ver si estaba con Sonia. Tras la desaparición, Julio se quedó con la vivienda de Sonia y con el hijo de ambos. No trabaja pero viven de una pensión. No paga la comunidad de propietarios y debe ya 3500 euros que le reclaman a la familia de Sonia, como propietaria desaparecida. El niño que ahora ya es un adolescente ha crecido sabiendo que la familia materna culpa a su padre de la muerte y desaparición de su madre porque decidieron no ocultárselo.