Montoya prepara una estrategia de defensa con una declaración medida para inculpar a una exnovia
Es la tercera versión de Bernardo Montoya. Se la contó a los funcionarios de la cárcel porque dijo que se le hacía muy dura la vida en prisión. Aunque llevaba solo cuatro días encerrado. Los necesarios para estudiarse el sumario ya que se había levantado el secreto y pudo calcular qué pruebas había contra él. En esta nueva versión culpa del crimen de Laura a Josefa, una ex novia a la que no veía hace tres años pero que convivió con él en la casa que alquiló Laura, antes propiedad de los Montoya. Eso es lo que despertó los celos de Josefa cuando le preguntó quién era esa chica que acaba de regresar del supermercado y hablaba con él. Es lo que relata Bernardo. Detalla con concreción un relato de hechos que coincide plenamente con la sangre hallada en la vivienda, con la reconstrucción de los hechos según Guardia Civil. Por eso dice que Josefa golpea a Laura en el salón "le propina un golpe en la cara con un palo de escoba, provocando la caída de Laura al suelo y un abundante sangrado en su cara". En las otras versiones es él quien golpeó a Laura contra el suelo hasta seis veces. Para justificar que la maniata por la espalda asegura que Laura gritó y no quería líos después de salir de prisión. En ese momento "se presenta Josefa con un martillo que Bernardo guardaba en una caja de herramientas, propinándole a Laura un golpe en la cabeza". Para justificar el golpe de las costillas que según declaró le dio Laura defendiéndose, Montoya dice ahora que se golpea con el martillo cuando se lo arrebata a Josefa. "Laura en ese momento aún se encuentra viva y entre leves quejidos sigue pidiendo ayuda, momento en el cual se aproxima Josefa, propinándole dos nuevos martillazos que, dejando un reguero de sangre en la pared, acaban con su vida". Está claro que sabía dónde estaba la sangre que limpió con lejía. Para justificar que nadie vio a Josefa en el lugar donde arrojó el cuerpo, dice que se queda en el coche, olvidando al vecino que sí le vio a él solo, y al otro que vio su vehículo vacío en el monte. Para justificar que Laura estaba semidesnuda, dice que el pantalón se le enganchó en los matorrales, pero obvió que fue violada. Cuando acabaron se dirigieron a Jerez. "Hace hincapié en las cámaras de seguridad de la gasolinera donde reposta, lo han debido grabar junto a Josefa", así como en una tienda jerezana. El abogado de Montoya ha explicado que en su declaración incluso ha explicado hoy dónde arrojó Josefa el martillo. Ha dicho que está seguro de que encontrarán el ADN de Josefa en la vivienda. Y ha rematado sus declaraciones con un “Estoy muy próximo a creérmelo”.