Audiencia Provincial Las Palmas condena a 19 años de cárcel al hombre que mató a su exmujer en unos aparcamientos

Asimismo, F.N.R.H. está acusado de un delito de malos tratos habituales, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

El acusado estará, además, privado al derecho a la tenencia y porte de armas por cinco años e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. También deberá indemnizar, en concepto de responsabilidad civil, a cada uno de los hijos de la fallecida, siendo el montante total de 108.000 euros.

Según recoge la sentencia, el acusado llamó por teléfono, el 15 de junio de 2009, a su exesposa y la convenció para que acudiese al citado centro comercial con el objetivo, cuando realizó la llamada, de acabar con la vida de su exmujer.

En cuanto a la excusa que utilizó para convencer a la mujer de que acudiera al lugar era la de entregarle unos documentos para arreglar los problemas derivados de la falta de pago del acusado sobre la pensión compensatoria fijada en la sentencia de divorcio y la disolución de la sociedad de gananciales.

Posteriormente, la víctima se trasladó en su coche al centro comercial donde llegó a las 19.23 horas y donde el acusado la esperaba desde las 19.00 horas en la entrada del parking azul del citado lugar.

Tras verla, el acusado indicó a su exmujer que aparcara en el parking verde y sobre las 20.00 horas se dirigieron por la rampa interior del centro comercial al coche del acusado, aparcado en el parking azul, donde comenzaron a hablar.

Pasarían "pocos segundos" cuando F.N.R.H. cogió un cuchillo de cocina de grandes dimensiones que traía de su casa, mientras la víctima, que se encontraba de espaldas y no se daba cuenta de lo que pretendía el acusado, recibió dos puñaladas en el costado y, seguidamente, desde atrás, le hizo un corte en el cuello de izquierda a derecha.

La mujer se volvió y el acusado le asestó dos puñaladas en el tórax que alcanzaron el corazón, cayendo la víctima al suelo, falleciendo poco después. La víctima, ante la "sorpresiva y brutal" agresión, no pudo defenderse más que protegiéndose con las manos que también resultaron con cortes.

Posteriormente, el acusado se montó en su vehículo y se marchó del lugar. Tampoco se detuvo cuando le fue dado el alto por los vigilantes de seguridad del centro comercial.

Pasaron tres cuartos de hora, cuando la policía, que ya había iniciado la búsqueda del agresor, recibió su llamada afirmando que había herido a su mujer y se había tomado pastillas.

La víctima presentaba dos heridas contusas en cuero cabelludo, a nivel occipital; una incisa superficial de 19 centímetros de longitud en la base del cuello; otra de 3 centímetros en el inciso punzante en región infraclavicular izquierda; así como una herida de 5,5 centímetros muy próxima a la anterior; excoriación en el lado derecho del tórax, de 14 milímetros; y herida inciso-punzante de 0,8 centímetros de longitud en región mamaria izquierda.

Asimismo, resultó herida en otras zonas pero siendo la herida inciso punzante en plano posterior, lado izquierdo, de 5,9 centímetros de longitud y 9 centímetros de profundidad, una de las que alcanzó el corazón, produciéndose junto a otra de las heridas la rotura de la pared del vaso de salida de la arteria pulmonar y sección de la pared del ventrículo izquierdo alcanzando la cavidad ventricular.

La causa inmediata de la muerte fue lesión traumática de estructuras vitales cardiacas con hemorragia masiva. El acusado propinó al menos 9 puñaladas a su expareja y "aumentó deliberadamente el sufrimiento de su víctima esperando, al menos, cuatro minutos a que se desangrara e impidiendo el auxilio inmediato" por los allí presentes.

El acusado y su exmujer se encontraban divorciados desde el 11 de septiembre de 2006, si bien estaban separados de hecho desde el año 2004. El divorcio fue motivado por la reiterada conducta de "menosprecio y agresividad" desarrollada por el acusado hacia la que entonces era su esposa, a quien de forma continuada golpeaba, insultaba y realizaba advertencias de muerte o echaba del domicilio, en ocasiones con sus hijos menores de edad.

Sin embargo, estando divorciados, el acusado seguía acosando a su ex mujer vigilándola, llamándola continuamente y trataba de que volviera con él, consiguiendo incluso que ella fuera por su casa a realizarle tareas domésticas.

UNA TERCERA PERSONA

Según la sentencia, se probó que el principal motivo que llevó al acusado a concebir, planear y perpetrar el crimen está en la relación sentimental que su ex mantuvo con una tercera persona, S.B., lo que provocó en el acusado un estado de celos, ira y venganza que desencadenaron en la muerte de exesposa.

Aproximadamente un mes antes de la muerte de la mujer, el acusado impulsado por un arrebato de celos, denunció a S.B. por robo de su tarjeta de crédito y sustracción de dinero en metálico, denuncia que propicio el internamiento en el Centro de Extranjeros de Barranco Seco y la incoación de un expediente de expulsión a S.B., que finalmente fue puesto en libertad en junio de 2009.

Posteriormente, cuando el acusado recibe la noticia de la libertad del S.B., a través de su hermana, decide acabar con la vida de su ex pareja definitivamente y avisa con antelación a su hermana de sus intenciones el mismo día de los hechos, 15 de junio de 2009.

La mujer, que presentía lo que podía suceder, había solicitado el 9 de junio de 2009, una entrevista con la asesora jurídica del Centro Especializado de Intervención Integral Contra Mujeres Víctimas de Violencia de Género, obteniendo cita para el 30 de junio de 2009.