Barberá pide debatir si algunas diputaciones deben solo prestar servicios

En "Los Desayunos de la Agencia EFE" en el hotel Las Arenas de Valencia, Barberá se ha mostrado partidaria de "introducir el debate" sobre el futuro de las corporaciones provinciales, en el que no caben "criterios fáciles", según reconoce.

Para Barberá, ese debate debe girar en torno a si las diputaciones "deben tener todo el componente de corporación política o solamente de servicios", en función del tamaño de las provincias donde se ubiquen.

"No se puede pensar en regiones como Andalucía sin las diputaciones y los servicios que prestan, o en Castilla y León, que es la región más grande de España", si bien en otras comunidades más pequeñas, las corporaciones "deberían ser puramente de servicios", remarca.

Con todo, defiende que las diputaciones sigan existiendo en alguna de estas dos formas porque "hacen falta" para dar "cobertura técnica" a "muchos ayuntamientos que no tienen medios" y comparten recursos con estas instituciones.

La reforma de la Administración es, para la alcaldesa, "uno de los retos más importantes y de mayor modernización que tiene por delante España", en el que debe primar el criterio de subsidiariedad: "Al que esté más cerca, que le den las competencias con los recursos".

Califica de "demencial" que varias Administraciones estén prestando "las mismas competencias" en el marco institucional actual, lo que está generando a su vez "un coste sobre coste", ha advertido.

"Lo que hay que hacer es coger el toro por los cuernos de las competencias", asevera Barberá, convencida de que así se podrá "abaratar la Administración" o, al menos, "no encarecerla innecesariamente".

Por otro lado, se muestra como una "enorme defensora del principio de autonomía" porque ha traído "mucho bienestar a este país, donde todas las regiones han adelantado una barbaridad en los últimos 30 años".

"Otra cosa es que -ese principio de autonomía- se perturbe con espirales de querer ser diferente, con asimetrías y tentaciones de estadistas que son muy malas y llevan a una espiral sin final", alerta.

Así, según Barberá, "el problema" reside en "la gestión de la autonomía" y no el "principio autonómico", de cuya "bondad" se dio cuenta a su llegada al Ayuntamiento de Valencia, que es el lugar al que acude la mayor parte de los ciudadanos cuando tiene un problema.

"La Administración española probablemente sea muy cara. Todos tenemos que saber que la democracia es cara. Tenemos que ser conscientes de eso, pero no encarecerla innecesariamente con una acumulación de competencias, que no elimina instituciones ni burocracia en la Administración central cuando la ha transferido", afirma.

Si todas las competencias de Sanidad o de Cultura han sido transferidas a las Administraciones local y autonómica, "¿para qué queremos un Ministerio de Sanidad o de Cultura?", se pregunta.