Barcelona establece un dispositivo para los autocares que acudan a la manifestación

El Ayuntamiento de Barcelona ha diseñado un dispositivo para garantizar la movilidad y que la ciudad pueda absorber los autocares que acudirán con motivo de la manifestación independentista de la Diada del próximo martes 11 de septiembre.

Según ha explicado a Europa Press el portavoz e intendente de la Guardia Urbana, Carles Reyner, el objetivo principal es lograr que la movilidad esté "lo mejor posible", teniendo en cuenta que en superficie se verá afectada.

Se espera una llegada masiva de autocares y, según los últimos datos que ha ofrecido la organización de la marcha, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), se prevé que lleguen al menos 700 procedentes de toda Cataluña para trasladar a asistentes a la manifestación.

La idea del consistorio es que los autocares eviten Passeig de Gràcia, de donde a las 18.00 horas partirá la manifestación desde la esquina con la Gran Via, aunque la Urbana espera que ya empiecen a acudir manifestantes desde primera hora de la tarde.

MÁS DE 800 PLAZAS

El Ayuntamiento ha previsto habilitar excepcionalmente los carriles bus y carriles laterales de grandes calles del centro para que aparquen los autocares, con lo que se dispondrán de unas 800 plazas que se irán llenando por orden de llegada, calcula Reyner.

La ciudad se dividirá en dos partes, de forma que los autocares que acudan desde Girona o el norte de la provincia de Barcelona tendrán habilitadas calles en el Eixample derecho, como son el paseo de Sant Joan y las calles València, Mallorca y Aragó.

Para los que lleguen del sur, de Lleida y Tarragona, tendrán el Eixample izquierdo, pudiendo aparcar en vías como Balmes, Aribau, Muntaner y también Aragó.

Si estas plazas fuesen insuficientes, los autocares procedentes del norte serán desviados hacia el Forum y la avenida Litoral, y los del sur a Montjuïc y la zona del Camp Nou, y desde estos puntos los asistentes deberán usar el Metro para llegar hasta el centro.

Reyner ha subrayado que los autocares deberán dejar y recoger a sus pasajeros en el mismo lugar donde aparquen para facilitar así la movilidad, que se prevé complicada, por lo que será "nada recomendable" el coche privado, y se aconseja utilizar el Metro.