El alcalde de Barcelona afirma que quiere gobernar en minoría y que Mas no influye para evitar un pacto con el PP

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha afirmado, después de que se haya desvelado que no gobernará con Alberto Fernández (PP), que desde que fue investido alcalde hace medio año ha querido liderar la ciudad en minoría, y que en su decisión no ha influido el presidente de la Generalitat, Artur Mas.

En declaraciones a Catalunya Radio recogidas por Europa Press, ha resaltado que no quería incorporar a Fernández en el gobierno y que no han negociado para que entrara, teniendo en cuenta que no ha habido oferta de CiU: "Nos hemos sentado para ver cuáles eran nuestras posturas, y le dije que mi voluntad era continuar gobernando con 14 concejales de CiU e ir recibiendo ayudas".

Trias ha negado que Mas --con quien ha dicho que mantiene una relación magnífica-- haya insinuado que no debe pactar con el PP, una influencia que sí ve Fernández, y el convergente ha asegurado: "Tengo la suerte de que en mi partido tienen un respeto absoluto en las decisiones que debemos tomar en el Ayuntamiento".

Además, ha dicho que es una reflexión de su equipo y "no una alcaldada Trias" que tiene en cuenta que en los primeros seis meses de mandato las cosas le van bien, lo que considera confirmado en la encuesta de valoración que hace periódicamente el Ayuntamiento, y los resultados de cuya última edición recibirá este miércoles.

Ha vuelto a agradecer "extraordinariamente" al popular que le haya permitido aprobar los primeros presupuestos del mandato, pero ha insistido en que gobernará en minoría con 14 concejales buscando la colaboración con todos, ya que la mayoría está en 21: "Debo buscar acuerdos porque tengo 14, sé que tengo 14 y actúo como que tengo 14".

CRÍTICAS POR EL IBI

Sin embargo, ha sido crítico con el PP y Fernández Díaz por la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que ha impuesto el Gobierno central, afirmando que "es una agresión a las competencias de los ayuntamientos", y que es "una vergüenza y un acto feo".

A ello se suma la paradoja de que Fernández le obligó en el presupuesto a perder ingresos para congelar el IBI, si bien ha dicho que la subida "en Barcelona afectará menos que en otros sitios" porque hay un sistema de topes que hará que la repercusión sobre las personas sea inferior.

El primer gran escollo de este camino en minoría será la hoja de ruta del mandato, el Plan de Actuación Municipal (PAM), que el Gobierno municipal ya está elaborando y que Trias confía en pactar con la oposición, pero ha reconocido que podría darse el caso de que no se aprobara, lo cual "no quiere decir que no lo puedas aplicar".

"Lo estamos haciendo, buscaremos la colaboración de los distritos, barrios y vecinos, y si no lo votan es una hoja de ruta, y desde el Ayuntamiento no dejaremos de tenerla", ha defendido, recordando que el anterior gobierno de Jordi Hereu (PSC) estuvo los primeros 18 meses del mandato sin tenerlo.

Con todo, ha reconocido que puede afectar a la imagen del alcalde y si es débil o fuerte, pero ha zanjado: "No juego a un alcalde autoritario. Juego a una cosa diferente, a ser un alcalde que colabore con todos".

También se ha referido a la tasa turística, insistiendo que es una decisión de la Generalitat que no discute porque se aplicará a toda Cataluña pero que debe consensuarse con el sector; y ha avalado que la pista de hielo vuelva a la plaza de Cataluña la próxima Navidad, aunque cree que es "mejorable" estéticamente y su bar, y que deben repartirse entradas gratis sólo a clientes de tiendes.

En relación a la crítica que lanzó la síndica de Greuges, Maria Assumpció Vilà, por el hecho de que el Ayuntamiento multe a 'sin techo', ha negado sancionarlos, y ha dicho que en el caso del indigente que se ha quejado de ello por recibir un centenar de multas, la mayoría fueron puestas cuando era concejal de servicios sociales Ricard Gomà (ICV-EUiA) y "por actitudes incívicas".