La CE espera que la nueva Constitución húngara respete los valores de la UE

"Corresponde a las instituciones húngaras decidir sobre el contenido y el procedimiento de adopción del texto, de acuerdo con las reglas nacionales", destacó en una rueda de prensa la portavoz comunitaria, Pia Ahrenkilde, quien agregó que el documento debe tener en cuenta el derecho internacional y europeo.

Varios grupos del Parlamento Europeo pidieron ayer a la Comisión estudiar la nueva Carta Magna húngara, al considerar que su texto puede ir en contra de los principios básicos de la UE sobre democracia y derechos fundamentales.

La Constitución fue aprobada ayer por una mayoría amplia del Parlamento húngaro, pero se vio rechazada por toda la oposición porque fue elaborada exclusivamente por el partido del Gobierno.

La portavoz de la CE señaló que, por el momento, en Bruselas no se ha recibido el texto final de la Carta Magna, que aún debe ser finalizado y firmado por el presidente húngaro, Pál Schmitt, recordó.

En cualquier caso, recalcó que no es "obligatorio" que un país presente su nueva Constitución a la Comisión Europea.

El grupo liberal, el tercero en importancia de la Eurocámara, pidió ayer que la comisaria de Justicia y Derechos Fundamentales, Viviane Reding, inicie una evaluación completa de la Constitución de Hungría.

Por su parte, la copresidenta del grupo verde, Rebecca Harms, calificó de "inaceptable" que la Comisión Europea y los demás países comunitarios "hagan como si no pasara nada frente a una negación evidente de los valores fundamentales de la UE".

El grupo de los socialistas destacó hoy que la nueva Carta Magna magiar es "un paso al pasado".

"La Constitución requiere un amplio consenso del pueblo, y esto suena más como un programa político del Fidesz", la formación que dirige el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, indicó el líder del grupo socialista, Martin Schulz.

Las principales críticas a la nueva Ley Fundamental se dirigen contra las limitaciones de las competencias del Tribunal Constitucional y también se reprocha a sus autores que haya sido redactada sin buscar un consenso social.