Camacho dice que hasta que ETA no abandone la violencia los únicos pasos serán para detener a sus miembros

El ministro de Interior, Antonio Camacho, ha insistido en que, mientras ETA no renuncie definitivamente a la violencia, "los únicos pasos que debe, quiere y puede dar el Gobierno son detrás de los terroristas" para detenerlos. En esta línea, ha afirmado que no se puede "trabajar como si la banda hubiera abandonado definitiva e irreversiblemente las armas y fuera necesario verificarlo internacionalmente".

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, ha indicado que "es el momento" de que ETA "decida asumir, de una vez por todas, que la violencia no tiene sentido y declare el abandono definitivo e irreversible de las armas".

"En definitiva, ha llegado el momento de que la banda asuma de que cualquier idea en democracia puede defenderse si se defiende desde la política y no desde la violencia ni desde el uso de las armas. La banda lo que ha declarado es un alto el fuego pero no ha renunciado a la violencia y, por lo tanto, en esa situación, no se trata de que la pelota esté del lado del gobierno, sino que la pelota está del lado de la banda", ha señalado.

El ministro ha defendido que, "mientras ésta sea la situación, los únicos pasos que debe, quiere y puede dar el gobierno son pasos detrás de los terroristas a efectos de detenerlos y ponerlos a disposición judicial".

Camacho ha recordado que, en "la larga y desgraciada historia de la banda, ha habido otras declaraciones de alto el fuego que han sido rotas", lo que supone que la actual "no implique ningún tipo de parón en la actividad policial" que se evidencia con las detenciones que se registran.

De este modo, ha abogado por "trabajar a efectos de garantizar que, si en algún momento la banda decide como ha hecho en otras ocasiones poner fin a este alto el fuego, nuestra situación sea mejor" que cuando empezó.

Preguntado por el cumplimiento de ese alto el fuego, ha apuntado que existe "una pura constatación material" porque "no se producen acciones armadas desde hace ya más de dos años", el denominado 'impuesto revolucionario' "parece que ha cesado" y las acciones de violencia callejera "han disminuido hasta el punto que podemos decir que han desaparecido".

De cualquier modo, ha reiterado que el Gobierno va a mantener la misma política que hasta ahora ya que "los que tienen que dar el paso y es necesario que lo den ya" son los miembros de la banda terrorista.

VERIFICACIÓN INTERNACIONAL

En cuanto a las peticiones de que se acepte una comisión internacional de verificación de alto el fuego, ha advertido de que, en el actual momento, "no podemos trabajar como si la banda hubiera abandonado definitiva e irreversiblemente las armas y fuera necesario verificarlo internacionalmente".

"Estamos ante una situación de alto el fuego y ante esa situación las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se bastan y se sobran para acreditar si realmente existe o no ese alto el fuego", ha señalado el ministro, que ha asegurado que el Gobierno no ha recibido ninguna propuesta en este sentido ni "tampoco ningún ofrecimiento" por parte del Vaticano.

Preguntado por la posibilidad de que la verificación sí se acepte si ETA hace público un comunicado de cese definitivo, ha apuntado que "hay que estar al contenido de ese comunicado y, en ese momento, el Gobierno debe hacer los pronunciamientos que corresponda dependiendo del contenido del mismo". No obstante, ha eludido pronunciarse sobre si se espera que se produzca.

En relación al ámbito penitenciario, ha señalado que el Gobierno "hace lo mismo que todos los gobiernos: aplicar la ley" atendiendo a "la situación particular de cada uno de los internos". En este sentido, ha asegurado que no va a haber "un traslado masivo" de presos al País Vasco.

Camacho ha señalado que, en las cárceles, se está produciendo "desde hace años" un debate que cree "positivo" y que "tiene que ver mucho con el momento actual, con el buen trabajo de policía y guardia civil, de la cooperación internacional, de la acción judicial y, por lo tanto, con la situación de la banda". En el marco de esta debate, ha afirmado que "cada vez son más los presos que llegan a la conclusión de que la violencia carece de cualquier sentido".

EN MANOS DE BILDU

A su entender, en el "peor momento" de la historia para ETA, sería "una equivocación pensar que está en manos de Bildu el fin de la violencia terrorista", que vendrá "como consecuencia de la acción del estado de derecho, de la convicción de los demócratas de hacer frente de una manera intensa al problema terrorista".

En este sentido, ha instado a la coalición abertzale a "trabajar, como hemos hecho los demócratas, por el fin de la violencia". Además, ha señalado que, "cuando alguien quiere estar en las instituciones democráticas, es necesario que cumpla la ley" y ha agregado que, "si Bildu ha accedido a las instituciones, es para gestionar los intereses de los ciudadanos vascos, de los que les votaron y de los que no".

En relación a Sortu, ha manifestado que es preciso esperar a que se pronuncie el Tribunal Constitucional y ha añadido que, "cualquiera que sea la decisión, va a ser, sin duda, respetada por el Gobierno y los demócratas".

De cualquier modo, ha agregado que, "sin necesidad de que haya ningún pronunciamiento" del Tribunal Constitucional, "sí cabe ya en este momento que Sortu pida el abandono definitivo e irreversible de las armas por parte de la banda terrorista".

"NADA DEBE CAMBIAR"

Asimismo, ha señalado que, en caso de que el PP logre la victoria en las próximas elecciones, "nada debe cambiar" en la política antiterrorista del Gobierno porque, si "ha funcionado", es "mejor no cambiar las cosas cuando funcionan"

No obstante, ha lamentado que, en las dos últimas legislaturas, el Gobierno "ha estado más solo" que otros ejecutivos en la lucha contra el terrorismo, aunque ha precisado que "no es momento de reproches" ya que "la unidad de demócratas ha sido esencial a lo largo de la historia de la lucha contra el terrorismo". "Sólo cabe la unidad, el consenso y la no utilización como arma política", ha subrayado.