¿Qué pasos se producirán tras la euroorden dictada por la juez Lamela?

El cerco judicial y policial sobre Puigdemont se estrecha, aunque el complicado trámite para que sea entregado a las autoridades españolas no hace previsible que esto se haga efectivo en un plazo corto de tiempo. De momento la euroorden dictada por la juez Lamela contra el expresident y sus cuatro consejeros ya obra en poder de la Fiscalía belga. Según palabras de su portavoz este sábado, primero la van a traducir para poder estudiarla y más adelante, sin fecha definida, será cuando se informe al juez de instrucción. A partir de aquí comenzará la verdadera cuenta atrás en los tribunales para los miembros destituidos del Govern. Completamente dispuestos a colaborar, según el expresident, que anoche aseguraba en esta entrevista televisada en Bruselas que no ha huido y que quiere comparecer ante la verdadera justicia, la de Bélgica, y no ante la española, que considera politizada, al no haber garantías, algo que ha quedado patente, dice, en el envío a prisión de sus excompañeros de la Generalitat. Según el procedimiento belga, Puigdemont y los cuatro exconsellers, una vez puestos a disposición judicial serían entregados a España en un plazo de diez días, eso sí, si dan su consentimiento. Algo prácticamente descartado, según su abogado belga, que se plantea recurrir. Lo que podría dilatar la resolución de dos a tres meses si se exprimen todos los plazos legales, con los cinco miembros del Govern cesado, en prisión preventiva o en libertad, lo más probable, durante este tiempo en Bruselas. Entre tanto, se plantearía otro escollo para la Audiencia. Dos de los cinco delitos que imputa a Puigdemont y a los cuatro exconsellers, el de rebelión y el de sedición, no están tipificados como tales por la Justicia belga.