Cayo Lara defiende que las ocupaciones de bancos son "gestos simbólicos" que sirven para denunciar la especulación

"Son gesto simbólicos para detectar dónde está realmente el problema. La banca no le pidió permiso a España para endeudarse con la banca extranjera en más de un billón de euros. No le pidió permiso a los españoles, ¿y ahora pretenden que estemos pagando el agujero de especulación de la banca?" se ha preguntado el líder de IU durante una rueda de prensa en la sede de la coalición.

En este sentido, ha reconocido que "no es extraño que haya manifestaciones de gente que hace ocupaciones simbólicas de entidades para señalar que hay que cambiar la política". "No estamos por el banco malo. Le pongan el nombre que le pongan, esto es para que paguemos los ciudadanos el agujero. Es una locura lo que nos están haciendo pagar", ha añadido.

"HAY QUE CAMBIAR LAS NORMAS DEL BCE"

Preguntado acerca de sus expectativas de la reunión que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mantendrá mañana con la canciller alemana Angela Merkel, Lara ha manifestado que espera que la líder alemana se replantee a quién debe servir el Banco Central Europeo (BCE), si a los ciudadanos o a los intereses de los especuladores y de los "lobbies de los banqueros".

De este modo, ha defendido que el BCE es el banco de los europeos y que, por ello, "desde el minuto uno debería haberse dedicado a comprar deuda directa a los países al 1 por ciento o al 0,75". "Se hubiera acabado con la especulación y con la prima de riesgo especulativa", ha asegurado.

"Esperamos que la declaración última sea que el BCE compra deuda directa a los Estados", ha explicado, para añadir que el "cambio de normativa" necesario para permitir dicha operación "es una decisión política". "Si no lo hacen es porque no hay voluntad política".

En este sentido, ha insistido en que "hay que cambiar las normas del BCE" ya que, si no se hace, este organismo seguirá estado "al servicio de los lobbies y de los especuladores financieros". "A Alemania no le interesa que se empobrezcan los países mediterráneos. Tenían que mirárselo más seriamente para que el efecto que persiguen no se vuelva en contra", ha apuntado.