Ceuta y Melilla renuncian a pedir un aumento del 50 al 75 por ciento de sus deducciones y bonificaciones fiscales

El consejero de Economía y Hacienda, que acompañará a Vivas en el encuentro, ha citado este recorte como la novedad más significativa en la que trabajan ambos ejecutivos con respecto al documento que hace ya tres años aprobaron y presentaron al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que lo desdeñó catalogándolo de "programa electoral", según ha lamentado Martínez.

En marzo de 2009, los Gobiernos de Ceuta y de Melilla consensuaron un texto en el que reclamaban, para su tramitación parlamentaria vía iniciativa legislativa, llevar del 50% actual al 75% las deducciones vigentes en los impuestos de Sociedades, IRPF, Sucesiones, Donaciones y Transmisiones.

Según los cálculos del Ejecutivo ceutí, con dicha modificación se lograría una inyección económica directa en la ciudad equivalente al 5% de su Producto Interior Bruto (PIB), que supera los 1.800 euros, lo que significaría una detracción en los ingresos estatales de "alrededor de 80 millones de euros".

Además, el documento preveía la creación de una Reserva de Inversiones para las empresas radicadas en la ciudad y subrayaba la necesidad de "aclarar" cómo se regula el "ciclo mercantil completo" que debe cumplirse para beneficiarse de las deducciones, propósito que pasa a convertirse ahora en la "prioridad" para Ceuta y Melilla.

Las dos ciudades siguen reclamando un sistema de bonificaciones que propicie "abaratar el transporte marítimo y aéreo de mercancías" y la tramitación ante Bruselas de la concesión para las dos ciudades de "un rango equivalente al de las Regiones Ultraperiféricas", objetivos que no se desechan.