Compromís se ofrece a negociar "con quien sea" la reforma electoral y pide circunscripción autonómica

Tras conocer "el diálogo permanente" inaugurado por Unidos Podemos y Ciudadanos para tratar de conseguir, antes de que finalice el año, la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), Baldoví ha asegurado que su propuesta para mejorar la norma es "más ambiciosa", pero ha recalcado que ahora no es momento de "individualidades" y sí de "acuerdo y diálogo" para que el Parlamento sea "el fiel reflejo" de lo que vota la ciudadanía.

Por ello, el diputado valenciano ha puesto en valor que ambos grupos se hayan comprometido a trabajar para garantizar una mayor proporcionalidad en el hemiciclo, ampliar la edad de voto a los 16 años, acabar con el voto rogado, garantizar la paridad total en las listas electorales y el desbloqueo de las mismas.

LA CIRCUNSCRIPCIÓN PROVINCIAL, UN CRITERIO "OBSOLETO"

"Es el momento de que el voto de todos los ciudadanos, sean de donde sean, valgan lo mismo y que acabemos con la circunscripción provincial. Es un criterio obsoleto", ha defendido Baldoví, quien ha llamado a abrir un diálogo para que el resto del arco parlamentario se sume al impulso que se pretende dar a la reforma electoral, y a "agilizar" los trabajos de la subcomisión del Congreso encargada de estudiar su posible modificación, cuyo mandato culmina el próximo 30 de junio.

Compromís tiene una propuesta de reforma electoral, titulada 'Referéndum Baldoví, en la que su principal apuesta para mejorar la proporcionalidad es la circunscripción autonómica. Según explica, el actual reparto de escaños por provincias beneficia a las comunidades con muchas provincias poco pobladas, cuando, a su juicio, éste debería realizarse en función del número de habitantes.

Los valencianistas consideran que el criterio provincial "favorece al bipartidismo y va en contra de la pluralidad", ya que en circunscripciones muy pequeñas, un tercer partido necesita un porcentaje muy alto para poder conseguir el primer escaño, lo que se traduce en que partidos con más del 10 y del 15% del voto se quedan sin representación.