Condenado a 18 años de prisión el asesino confeso de Laura Alonso en Toén (Orense)

El tribunal de magistrados que juzgó a Javier Cruz, autor confeso de la muerte de la joven Laura Alonso en Toén (Orense), le ha impuesto una condena de 18 años de prisión y el pago de una indemnización de 200.000 euros, según el escrito notificado este miércoles a los abogados de las partes, al que tuvo acceso Europa Press.

Cruz fue declarado culpable del asesinato de Laura Alonso por un jurado popular que, tras escuchar las pruebas de peritos y testigos durante tres días, decidió tipificar el delito cometido como asesinato, aunque el abogado de Javier Cruz defendió que se trató de homicidio imprudente, después de que el imputado admitiese ser el autor de la muerte de la joven.

La calificación del delito como de asesinato se realizó el pasado día 19 de septiembre y casi una semana después, la Audiencia Provincial da a conocer la condena de 18 años de prisión por ese delito en el que admitió el agravante de la existencia de un parentesco entre el acusado y su víctima, pues el propio jurado popular dijo considerar la relación entre ambos como semejante a la conyugal.

Además, la sentencia de la Audiencia alude a los hechos que el jurado popular consideró como probados, entre ellos que Cruz mató a Laura Alonso entrangulándola "a lazo" con su chaqueta de punto, que lo hizo en un lugar apartado y en un ataque "súbito e inesperado que imposibilitó la resistencia de la víctima, como demuestra la inexistencia de signos de defensa en su cadáver", según recoge el fallo judicial.

"ESPECIAL VIOLENCIA"

Además, la sentencia refleja que el tribunal de magistrados y el jurado popular no dieron credibilidad alguna a las explicaciones del acusado en las que dijo que no quería matar a Laura y que los hechos demuestran lo contrario, pues "la mató con especial violencia e intensidad aprovechando su superioridad física, lo que originó la indefensión de la víctima", según indica la sentencia.

El jurado tampoco tuvo en cuenta posibles atenuantes como "arrebato, obcecación ni colaboración", por lo que el acusado ha sido condenado a 18 años de prisión por asesinato con el agravante de parentesco. También deberá indemnizar con 200.000 euros a la familia de la víctima y se le impone inhabilitación absoluta y correr con los costes del proceso y de la acusación particular.

La defensa puede presentar recurso de apelación contra la sentencia en un plazo de diez días.